La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció ayer que un segundo hombre fue detenido como presunto integrante de una red internacional que producía y distribuía pornografía infantil, luego del arresto producido el miércoles del pediatra Ricardo Russo, miembro del staff de profesionales del prestigioso Hospital Garraham de Buenos Aires.
Bullrich señaló que la segunda y última detención se produjo ayer en la localidad de Río Tercero, provincia de Córdoba, y que se trataba de un joven de 23 años. Sin embargo, de inmediato, el fiscal cordobés Alejandro Carvallo relativizó y afirmó que el sujeto "hasta ahora no guarda ningún elemento para relacionarlo" con Russo.
El fiscal Carvallo consideró que "hay distintos niveles de relación en las conductas delictivas que se investiga" y dio a entender que la acusación sobre el joven de Río Tercero avanza hacia la tenencia y distribución de pornografía infantil propia de un consumidor.
Personal técnico de la policía judicial cordobesa incautó de material pornográfico alojado en computadoras y será clave la conclusión que dará a conocer hoy.
El miércoles pasado fue arrestado Ricardo Russo, de 55 años y jefe del servicio de Inmunología y Reumatología del Garrahan.
Bullrich dijo que ambas detenciones fueron posibles gracias a la colaboración del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y los ministerios públicos fiscales de Brasil y Argentina y que los primeros allanamientos tuvieron lugar en noviembre.
"Se hicieron cuarenta allanamientos simultáneamente en Brasil y Argentina... Dieciséis en la provincia de Buenos Aires y once en la capital, entre ellos la casa de Russo", dijo la funcionaria.
Allí se secuestraron decenas de pendrives, discos rígidos, discos portátiles, memorias RAM, tabletas, cámaras fotográficas y algunas armas.
Otros distritos donde se produjeron registros policiales fueron Chaco, Catamarca, La Rioja, Mendoza, La Pampa, Entre Ríos y Santa Fe.
Según Bullrich, la red operaba un "sistema de encriptado de trabajo en la web profunda en el que distintas personas participaban de intercambio de material de niños en situaciones realmente terribles".
La Fiscalía Especializada en Delitos Informáticos de Buenos Aires detalló que en el análisis de dos computadoras pertenecientes al médico detenido se detectaron "archivos de imagen y video donde sus protagonistas eran menores de entre 6 meses -bebés- y 14 años dedicados a actividades sexuales explícitas".
Daniela Dupuy, la fiscal que investiga el caso, señaló que solicitará a la jueza a cargo de la causa la prisión preventiva del pediatra. El médico se negó a declarar y su abogado renunció, por lo que su defensa quedó a cargo de la Defensoría Oficial.
La fiscal dijo que todavía es materia de investigación el lugar donde fueron tomadas las imágenes y que "no está probado" que Russo "fuese el que sacara las fotos".
El hospital anunció por su parte que se constituyó como querellante en la causa y apartó de su cargo al pediatra.
Internet oscura
La red de pornografía infantil a la que está vinculado el pediatra opera en la llamada "deep web" que engloba contenidos que no están accesibles abiertamente en los buscadores como Google.
"La ‘deep web' o web invisible es cualquier tipo de contenido que no es indexable por los buscadores, esto quiere decir que no se los encuentra abiertamente en Google", explicó a Télam Christian Borghello, especialista en seguridad informática. Este sistema se compone por toda la información y bases de datos a las que los motores de búsqueda y directorios no tienen acceso directo. Sin embargo, el especialista aclaró que "no todo lo que está en la ‘deep web' es contenido "dañino o material que se usa para delinquir", ya que puede tratarse de otro tipo de archivos, como películas o música. No obstante, "existe un porcentaje de personas que sí la usa para fines delictivos, como los de pornografía infantil, droga, trata de personas, etc.", describió. Esto es la llamada "dark web", que forma parte de la "deep web", y "es una pequeña porción de Internet que utiliza direcciones IP enmascaradas y es accesible sólo con navegadores o encriptadores especiales", explicó a Télam la perito lingüista forense Alicia Poderti. "Las acciones que se operan en la ‘dark web' presentan el tráfico y abuso de personas como oferta común", sostuvo Poderti, del Programa Ciencia y Justicia del Conicet.