Donald Trump se convirtió este jueves en el primer expresidente de Estados Unidos formalmente acusado de un delito en la historia del país, a partir de que el Gran Jurado de Nueva York lo incriminó por un pago a la pornostar Stormy Daniels para comprar su silencio sobre la relación extramatrimonial que mantuvieron, en un fallo que el exmandatario calificó como “una interferencia electoral al más alto nivel”.
Trump, que siempre cuestionó el proceso, se dijo inocente y rechazó declarar en la causa, fue imputado en el marco de una investigación por el presunto pago de un soborno a Stephanie Clifford, conocida como Stormy Daniels, actriz y directora de películas pornográficas.
Al exmandatario, de 76 años, se lo señala como responsable de comprar por 130 mil dólares el silencio de Daniels sobre la relación extramatrimonial que mantenían, antes de las elecciones de 2016, que el multimillonario ganó.
“Los demócratas han mentido, engañado y robado en su obsesión por tratar de ‘atrapar a Trump’, pero ahora han hecho lo impensable: acusar a una persona completamente inocente en un acto de evidente interferencia electoral”, advirtió Trump en su primera reacción. Y agregó que la acusación constituye “persecución política e interferencia electoral al más alto nivel de la historia”.
En un comunicado, dio por seguro que “los estadounidenses se darán cuenta de exactamente qué está haciendo la izquierda demócrata radical”.
“Todo el mundo lo puede ver. Nuestro movimiento y nuestro partido, unidos y fuertes, derrotaremos primero a Alvin Bragg y luego a Joe Biden, y vamos a echar a todos estos corruptos demócratas del Gobierno para hacer a América grande otra vez”, concluyó.
Las autoridades de Nueva York notificaron ya al abogado de Trump que el expresidente fue acusado.
Se espera que el fiscal de distrito, Alvin Bragg, a quien el exmandatario cuestionó severamente, negocie con Trump la aceptación del cargo, y si este accede, será fichado como manda el protocolo, esto es, será fotografiado y sus huellas dactilares tomadas.
Los fiscales le habían ofrecido a Trump la oportunidad de testificar ante el Gran Jurado, una chance que generalmente se extiende a los posibles imputados cuando una acusación es inminente.
Trump se negó, rechazó los cargos y atribuyó todo el proceso a una caza de brujas.
Cuando el Gran Jurado llevaba unas tres horas reunido, según la agencia Sputnik, varios de los principales fiscales de la investigación ingresaron a la oficina del secretario del tribunal por una puerta trasera para comenzar el proceso de presentación de la acusación.
Aunque Trump está en el centro de varias investigaciones penales, hasta ahora había esquivado ser acusado.
El magnate vinculó directamente la causa con sus pretensiones de volver a la Casa Blanca el año próximo, tal como había señalado días pasados.
“Creo que es una manera de hacer trampa en las elecciones. Es injerencia electoral”, dijo hace dos días a la cadena Fox News.