Southfield, EEUU.— La carrera republicana por la nominación a la presidencia de EEUU promete
un final muy reñido. El martes por la noche, el ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, logró
una importante victoria sobre su rival John McCain en las primarias de Michigan, lo que dejó la
competencia dentro del partido en pleno suspenso.
La sucesión de George W. Bush como la cabeza del partido republicano
está resultando mucho más complicada de lo esperado. Después de tres citas importantes para escoger
candidato, aún quedan cuatro o incluso cinco aspirantes con opciones de luchar para llegar a la
presidencia.
Romney, un mormón y acaudalado empresario, necesitaba con desesperación
un triunfo en Michigan, donde creció para mantener vivas sus esperanzas de llegar a la Casa Blanca
tras terminar segundo en las primeras dos votaciones de su partido.
“Esta noche marca el inicio de un regreso”, declaró Romney a
sus partidarios en Southfield, Michigan. “Esta noche es una victoria del optimismo sobre el
pesimismo al estilo de Washington”, agregó.
Con su triunfo, tres diferentes rivales republicanos han ganado las
primeras tres elecciones importantes: John McCain, un senador de Arizona, se impuso en New
Hampshire la semana pasada, y el ex senador de Arkansas Mike Huckabee ganó en Iowa el 3 de enero.
“Por un minuto en New Hampshire yo creí que la campaña podría ser
más fácil”, dijo McCain a sus partidarios en Carolina del Sur, donde se dirigió antes de que
se contaran los votos en Michigan. “Les hemos mostrado que no nos importa pelear”,
añadió.
En Michigan Romney se impuso con el 39,4% de los votos, seguido por
McCain con el 30% y Huckabee con el 15,4%.
La carrera republicana ahora se traslada a Nevada y a Carolina del Sur
el sábado, y luego a Florida, para la primaria del 29 de enero, cuando el ex alcalde de Nueva York
Rudy Giuliani, quien logró sólo un 3% de los votos en Michigan, espera regresar a la pelea. Después
de eso viene el “súpermartes” del 5 de febrero, cuando 22 estados eligen a sus
candidatos republicano y demócrata.
Los demócratas también realizaron una primaria en Michigan, pero
finalmente quedó sin efecto por una disputa sobre la fecha de la votación, que llevó al partido a
despojar al estado de sus delegados para la convención nacional de nominación presidencial.