Al menos 13 personas murieron y docenas estaban heridas tras ataques rusos con misiles que golpearon edificios de departamentos y otros objetivos civiles en la ciudad ucraniana de Zaporiyia. Las explosiones reventaron las ventanas de los edificios cercanos y derribaron al menos parte de una torre de departamentos. Los bombardeos se interpretaron como una represalia porque el día anterior una explosión inutilizó el puente que une a Rusia con la península de Crimea. El puente dañado es vital para abastecer a las tropas rusas que ocupan el sur de Ucrania.
"Esta es la venganza de Putin tras la explosión en el puente de Crimea, quería venganza y nosotros lo hemos pagado con nuestras vidas", dijo Aleksei, de 69 años, desde la sala de su casa. Está sentado frente a una ventana sin vidrios desde la que se divisa una parte del edificio de enfrente, de nueve plantas, destrozado por los misiles. Rusia volvió a poner a Zaporiyia en la mira y por segunda vez en la semana sus proyectiles castigaron zonas civiles de la ciudad. Las autoridades locales elevaron a trece el número de fallecidos, pero el número puede subir ya que hay más de 40 heridos internados, algunos en estado grave. El ataque se produjo a las dos de la madrugada.
El jueves pasado, los rusos mataron a 17 personas en un doble ataque con misiles contra edificios de departamentos en el centro de Zaporiyia. Este domingo, los misiles impactaron contra un edificio de departamentos de nueve pisos y, a pocos kilómetros de distancia, contra varias casas de campo. En este segundo ataque uno de los misiles dejó un gran cráter en mitad de los huertos.
Inmediatamente después de los ataques, el ayuntamiento dijo que 17 murieron, pero luego redujo la cifra a 12. La policía regional informó por la tarde que 13 habían muerto y más de 60 resultaron heridos, al menos 10 de los cuales eran niños.
Los cohetes que golpearon la ciudad dañaron al menos cinco viviendas individuales en las afueras y 50 departamentos, señaló el secretario del gobierno local, Anatoliy Kurtev. Los vecinos se reunieron tras el perímetro policial ante un edificio que había perdido varios pisos por la explosión, una gran ruina humeante donde antes había departamentos.
Tetyana Lazunko, de 73 años, y su esposo, Oleksii, se refugiaron en el pasillo de su departamento en el piso más alto tras oír las sirenas que advertían de un ataque. El ataque los dejó asustados y perplejos."Hubo una explosión. Todo temblaba'', relató. "Todo salió volando y yo gritaba''. Trozos de cristal, marcos enteros de puertas y ventanas arrancados por la onda expansiva y otros escombros cubrían el exterior del edificio donde vivían desde 1974. Lazunko lloraba sin consuelo y se preguntaba por qué habían atacado su casa, en una zona sin infraestructura militar a la vista.
Zaporiyia ha sufrido ataques reiterados en las últimas semanas. Está en una zona controlada por Ucrania de una provincia que Vladimir Putin se anexionó por ley, pero contra del derecho internacional, la semana pasada.
"De nuevo, Zaporiyia. De nuevo, ataques sin misericordia contra civiles, contra edificios residenciales, en plena noche'', escribió en Telegram el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky. "Maldad absoluta. Desde el que dio esta orden a todos los que ejecutaron esta orden, responderán. Deben hacerlo. Ante la ley y el pueblo'', añadió.
La explosión del sábado en el puente de Crimea asesta un duro revés a Rusia, que se anexionó la península de Crimea en 2014. Nadie se ha atribuido la autoría del ataque al puente. Rusia lo considera un "ataque terrorista" contra su territorio, pese a que el puente se halla en su cabecera oeste en Crimea, que para la ley internacional es territorio ucraniano. Putin firmó un decreto el sábado por la noche que estrechó la seguridad en el puente y en la infraestructura de energía entre Crimea y Rusia, y puso al servicio federal ruso de seguridad, el FSB (ex KGB), al mando del operativo.
Varios legisladores rusos pidieron a Putin que declarase una "operación antiterrorista'', en lugar del término oficial "operación militar especial'' que emplea el régimen ruso hasta ahora para su guerra de invasión de Ucrania. En cuanto a la provincia ucraniana de Zaporiyia, la parte bajo control ruso incluye a la central nuclear más grande de Europa. La planta se ha visto amenazada por los combates de forma continuada y las autoridades ucranianas desconectaron el mes pasado su último reactor activo para evitar una catástrofe nuclear. Los rusos guardan material bélico dentro de la enorme instalación, pero la agencia nuclear de la ONU, la OIEA, se ha mostrado impotente hasta ahora para controlar a los rusos y hacerlos abandonar la central. La central ha perdido su última fuente de energía externa debido a los ataques de proyectiles, según dijo el sábado la OEIA. Ahora depende de sus generadores diésel de emergencia.
El ejército ucraniano ha estado haciendo dramáticos avances en la contraofensiva que inició a principios de septiembre en el noreste y luego en el sur. Desde entonces ha liberado 2.400 kilómetros cuadrados de territorio en la región de Khersón, en el sur del país, "desde el comienzo de la guerra a gran escala", dijoun alto funcionario ucraniano, y las tropas ucranianas se están preparando para nuevos avances en Lugansk, en el este, según Serguei Haiday, jefe de la administración militar ucraniana de la región de Lugansk. Ya hay tropas ucranianas en las afueras de la aldea de Stelmakhivka, a menos de 20 kilómetros al noroeste del puesto crucial de Svatovem en Lugansk.
Pero esta exitosa ofensiva ucraniana hace surgir la preocupación de que Putin intensifique la guerra de Rusia en Ucrania, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su temor por el posible uso de armas de destrucción masiva. "Por primera vez desde la crisis de los misiles en Cuba (1962), tenemos una amenaza directa de uso de un arma nuclear si las cosas continúan por el camino que van", advirtió Biden durante su intervención en un acto de recaudación de fondos de los demócratas en Nueva York el viernes. Y añadió: "No creo que exista la posibilidad de (usar) fácilmente un arma nuclear táctica y no acabar con el Armagedón".