Beirut. — El líder del grupo integrista libanés Hezbolá, el jeque shiíta Hassan Nasrallah,
reapareció en público por primera vez en más de un año para jurar que no aceptará un plan de
“rendición” de Líbano, exigiendo condiciones para zanjar la crisis política que padece
el país. El jefe del grupo extremista apoyado por Irán también hizo un tétrico anuncio dirigido a
Israel: “Tenemos restos de soldados israelíes, incluso un cadáver entero”, dijo el
clérigo, considerado máximo responsable de la guerra de 2006 entre Líbano e Israel.
“Anuncio que nuestras fuerzas se encuentran totalmente alerta para
hacer frente a cualquier posible guerra contra Líbano”, dijo ante una multitud que
participaba en la celebración musulmana shiíta de la Ashura en el sur de Beirut, feudo de Hezbolá.
“Si Israel nos vuelve a agredir, prometo venganza en una guerra que cambiará todo el mapa de
la región”, amenazó Nasrallah.
Televisiones locales mostraron imágenes de Nasrallah con su turbante
negro rodeado de decenas de miles de shiítas ataviados también de negro. Nasrallah eligió la
celebración de la Ashura para su primera aparición en público desde septiembre de 2006. Sobre la
crisis política de Líbano, reiteró que la oposición que él lidera respalda el plan de la Liga
Arabe, que contempla la elección del jefe del ejército, general Michel Suleiman, como presidente,
un gobierno de unidad nacional sin que ningún partido posea poder de veto y una nueva ley
electoral. La coalición pro occidental gobernante ha dado su apoyo a ese plan, pero Hezbolá insiste
en que se le garantice un tercio de los puestos en el nuevo gobierno.
Macabro. En otro pasaje de su violento discurso, el líder shiíta comentó que Hezbolá
tenía en su poder “cabezas” y ”partes de cuerpos” de soldados israelíes,
así como “un cuerpo casi intacto”. No se sabe si se refería a soldados israelíes caídos
en la guerra de 2006 en el sur del Líbano o a soldados secuestrados por Hezbolá poco antes de ese
conflicto. Esta acción, en la que murieron 8 soldados israelíes dentro de territorio de Israel, fue
el desencadenante de aquel episodio bélico.