La copiosa lluvia no amilanó ni un poco las ganas de los chicos y chicas de sexto grado la Escuela Nº 660 Francisco N. Laprida, que esta semana participaron de una visita guiada al Museo "El Paraná y las islas". El recorrido estuvo a cargo del pintor Mario Domínguez Teixeira, director del espacio junto a su hermana Graciela. El artista les habló de la flora y fauna de las islas, de la obra de su padre, el pintor Raúl Domínguez, y de la importancia de cuidar los humedales. El museo este año celebra medio siglo de vida, en un vínculo que construyó desde el inicio con las escuelas.
El museo se encuentra en el primer piso de la fachada sur de la Estación Fluvial, sobre una callecita empedrada y mirando al río. Parece como escondido, sin embargo este año ya recibió a unos 6 mil alumnos, ya que la propuesta es sumamente didáctica para los chicos y chicas, tanto por la explicación de Mario Domínguez Teixeira como por esa invitación visual a recorrer los cuadros, los animales embalsamados, o las canoas e instrumentos que utilizaban los pueblos originarios que habitaban en la zona, como los chaná timbú.
El hall de ingreso al museo es la primera parada del recorrido, de unos 45 minutos, pero que pasan volando. Allí Mario Domínguez Teixeira les cuenta a los chicos del lugar en el que están, que en 1969 era un depósito donde su padre, el artista rosarino Raúl Domínguez, comenzó a pintar sus murales, como los que están exhibidos al público en el salón principal de La Fluvial. Allí están la flora, la fauna y las creencias de los chaná timbú, retratados por el trazo particular del "pintor de la islas", que nació en 1918 y murió en 1999.
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Foto: Marcelo Bustamante / La Capital
Mientras el guía y artista Mario Domínguez Teixeira habla, los chicos y chicas de la escuela ubicada en Biedma al 5200 escuchan con suma atención. Sentados en canastita en el piso o de pie, cerquita de unos cuadros al óleo. Sobre todo cuando el guía les cuenta que su padre, cuyas obras traspasaron las fronteras, tenía de chico un particular talento para el dibujo y la pintura. Y que fue precisamente una maestra quien lo incentivó a estudiar algo vinculado a las artes. Así fue que aprendió con el pintor catalán Eugenio Fornells, quien fue también maestro de Antonio Berni. Pero a diferencia del creador de Juanito Laguna, Domínguez encontró de pibe su inspiración en las islas del Paraná, como el Charigüé, donde construyó un rancho llamado "El Chaná", hoy convertido en "Centro Cultural Isla Charigüé".
Durante el recorrido los chicos escuchan palabras como irupé, yacaré, pacú, biguá o chajá. Nombres de orígen guaraní, una de las comunidades originarias de la zona.
Una puerta lateral se abre y los alumnos y alumnas ingresan a un gran salón. Allí pueden ver "El ocaso", el cuadro de caballete más grande que pintó Domínguez poco antes de su muerte. Pero también réplicas de un rancho histórico de la isla hecho con varas de sauce, pasto seco, barro y techo de paja brava; canoas indígenas y hasta una especie de boliche isleño reconstruido con elementos originales que pertenecieron a Felipe Oñativia, "el shopping de la época, porque ahí había de todo", dice Mario. En ese boliche, en el original, fue donde el sacerdote Gregorio Spiazzi escribió El país de los Chajás. Mientras Mario Domínguez Teixeira habla, a sus espaldas están sus pinturas, cuyo tema central son los pueblos originarios del litoral, sus leyendas, mitos y relatos, además de la flora y fauna del lugar.
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Foto: Marcelo Bustamante / La Capital
Pero la vista al museo también es una invitación a hablar de los humedales, su cuidado y su vínculo con las inundaciones. El artista-guía define a los humedales como territorios que reciben el agua de un río que se desborda. "Nuestro humedal tiene 60 kilómetros y cuando se llena de agua nos empezamos a dar cuenta que el microclima de Rosario cambia", apunta. Por ello, por estar frente a uno de los humedales más grandes del mundo, el pintor invita a pensar en los beneficios de vivir cerca de este ecosistema, como el tener agua de calidad y una mejor renovación del oxígeno. "Esta zona hay que cuidarla y protegerla. Por eso uno de los objetivos del museo y del Centro Cultural Isla Charigüé (que funciona en la isla) es difundir en las escuelas y universidades esta conciencia", agrega.
Llega el tiempo de las preguntas y son los profes los que toman la posta. Preguntan por el Charigüé (que significa ñandú muerto o ñandú, el que estuvo), por la escuela Leandro N. Alem que funciona en la isla y los instrumentos musicales de los pueblos originarios.
"Raúl se dedicó a la parte comercial y a las escuelas. Hoy nosotros seguimos con esa parte educativa, siempre recibiendo a las escuelas", cuenta Mario Domínguez Teixeira a La Capital al finalizar la visita, que en esta época del año suelen multiplicarse. "En sí es una gran satisfacción recibir a los chicos, porque esto ayuda a concientizar y mostrar lo que hay enfrente, que muchos no lo conocen y los chicos quedan enloquecidos" resume. Para coordinar una vista al museo, llamar al 341-5479495.
Festejos
El próximo viernes a las 20.30, el Museo "El Paraná y las islas" celebrará los 50 años de su fundación. La actividad será en el museo ubicado en la fachada sur de La Fluvial. Además se realizará un homenaje a Raúl Domíguez, fundador del espacio.