—El espacio de educación es fundamental ¿Por qué decimos: "Sin ESI no hay Ni una menos"? Porque es fundamental la educación sexual integral en las escuelas. Es lo que permite ir trabajando cotidianamente con los niños y las niñas el tema "mi cuerpo es mío", "mi cuerpo es mi territorio", "qué cosas siento que sí me hacen bien, qué cosas que no". Lograr que haya adultos que escuchen; además de poder revisar los vínculos que hace bien, los vínculos que no. Preguntarse qué pasa con la posesividad, porque ninguna persona "es mía". También qué hago con mis emociones, cómo proceso cuando tengo mucha rabia, cuando me enojo...
—¿Cuál es la clave en esta tarea?
—Es fundamental que se implemente plenamente la ley de educación sexual integral. Es básico. Que no sea un como si. Es importante que realmente se sostenga y para eso hacen falta espacios de formación serios, sostenidos, sistemáticos, donde las docentes y todas las personas involucradas en educación podamos acceder a herramientas, revisar conceptos. A veces decimos "ESI" y las siglas invisibilizan. Nos olvidamos que cuando decimos "Educación Sexual Integral" hablamos de un abordaje que pueda contemplar toda la dimensión de la sexualidad, de la salud. Eso nos da herramientas para lograr que los mismos niños y niñas puedan pedir auxilio, buscar ayuda cuando la necesiten. No desde sembrar el miedo, el temor... Más teniendo en cuenta que los abusos son intrafamiliares o de personas muy cercanas. Se supone que el ámbito de la familia es el lugar de protección, de cuidado y de respeto. Pero a veces estamos lejos de eso. Hay que desarmar los mitos y poder revisar nuestras propias creencias, nuestras propias limitaciones. El poder hablar claramente con los niños y las niñas sobre sexualidad, es mucho más que su genitalidad. Se suele pensar que las relaciones sexuales son solo genitales, sin embargo cuando abrazamos a alguien estamos teniendo relaciones sexuales, expresando afecto, expresándome con mi cuerpo, con mis sensaciones, con mis emociones. Hay una relación y es sexual, en tanto mi sexualidad está en juego. Es importante desarmar eso de que las relaciones sexuales están vinculadas solo a lo genital. Hay personas que abusan sin tocarte un pelo: la pornografía, la exhibición de los genitales a una criatura, eso es abuso aunque no se las toque.
—Para todo esto es decisiva la escuela, más cuando las familias no pueden dar respuestas o no saben cómo hacerlo.
—Claro. El abuso es fundamentalmente una relación de poder. Antes que de contacto físico y genital, es una relación de poder. Lo que nosotros debemos trabajar con las niñas y los niños es la democratización de las relaciones al interior de las familias, de los vínculos de amistad, de noviazgo. Hay muchísimos aspectos y áreas que necesitamos retrabajar en las escuelas.
—Es común atribuir el abuso sexual infantil a los sectores más pobres y vulnerables.
—La médica psiquiatra Irene Intebi escribió un libro en relación a este tema, que es muy interesante desde el mismo título: "Abuso sexual infantil en las mejores familias". Allí da cuenta situaciones de abuso en familias de jueces, abogados, médicos, de personas con mucho poder económico donde se ve la desprotección de las criaturas abusadas. Lo que ocurre en los sectores más vulnerables es que todo está más a la vista; aunque también hay situaciones que tienden a esconderse. Es importante entender que ocurre en todos los sectores sociales y que las características tienden a ser muy parecidas: que es una relación de abuso de poder, donde va a haber una imposición de silencio, una tendencia a restablecer el equilibrio una vez que se ha roto. Y saber que si alguien denuncia la situación de abuso es importante insistir que no es un problema de familia sino que es un delito. No es del orden de lo privado. Cuando una criatura se acerca a contarme lo que le está pasando con su papá, su tío o su mamá es muy importante creerles, la contención y no trabajar cual Llanero Solitario, sino apostar al trabajo interdisciplinario.
—¿Te referís, por ejemplo, a cuando una maestra cree que puede acompañar esta denuncia sola?
—A la docente, al médico, a la médica, a quien fuere que cree que puede resolverlo solo. Este tipo de intervenciones torpes hacen más daños que beneficios. Es muy importante que el abordaje sea cuidadoso y que más que la sanción a la agresión se busque en primer lugar la protección de la criatura, garantizar su integridad. También que la intervención sea respetuosa, cuidadosa, lo que no quiere decir que no se haga la denuncia. Eso es un proceso que hay que ir evaluando sobre la marcha con equipos donde esté lo legal, lo psicológico, el trabajo social, donde haya posibilidad de profundizar en cada situación particular.
—La participación de un psicólogo fue determinante para que se conocieran los abusos dados en los clubes de fútbol. Muestra la importancia del trabajo de estos profesionales, en especial donde hay chicos menores de edad. Una demanda permanente que además hacen las escuelas. ¿Cómo valorás este pedido?
—Es fundamental que se pueda trabajar con equipos de salud, con el acompañamiento de equipos formados en esta temática. Y en ese sentido estamos bastantes desamparados. Los Equipos Socioeducativos no están pudiendo dar respuestas, a pesar de la buena voluntad que tengan. Son muy pocos para muchísimas situaciones muy complejas.
—¿Cómo actuar frente a un caso de abuso sexual infantil sin caer en el Llanero Solitario?
—La educación tiene protocolos de intervención en relación a estas situaciones. Y ante las dificultades de acompañamiento o de intervenciones, creo que las escuelas tienen que abrirse a un trabajo en redes con centros de salud, centros de día, con espacios que trabajan estas temáticas, con quienes puedan dar un abordaje integral. Hay lugares para tener en cuenta como el Centro de Asistencia a la Víctima, la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes de la provincia. el equipo de Niñez provincial, entre otros. En esto no hay recetas de cómo actuar. A veces hacer directamente la denuncia es como "sacarse un problema de encima", es lo "más fácil", y no garantiza dar respuestas. Estas intervenciones requieren de un trabajo articulado, integral.
Libros para formarse y no silenciar a las infancias
¿Cómo saber si un niño o una niña puede ser víctima de un abuso? Para responder a la pregunta Mary Suárez elige nombrar una serie de libros, de bibliografía, que llama "herramientas" que sirven para entender la complejidad del problema. "No podría sintetizar en cinco palabras una respuesta a esta pregunta. Por ejemplo, puedo decir que un indicador inespecífico de abuso sexual infantil es cuando el niño vuelve a hacer pis o caca encima de nuevo, cuando ya lo había superado. Sin embargo, va a un centro de salud y el médico dice que tiene parásitos. Es un síntoma inespecífico. Por eso creo que hay que formarse, tenemos que incorporar algunas herramientas que son básicas, más cuando trabajamos con criaturas o con adolescentes", propone.
La educadora despliega entonces sobre la mesa una serie de libros y autores que define como básicos para arrancar en el recorrido de la formación. Uno de los libros es Abuso sexual infantil. ¿Denunciar o silenciar?, del juez Carlos Rozanski. También el de María Cecilia López La búsqueda de la espada mágica, "que cuenta el camino que tuvieron que recorrer con un par de nenas que estaban viviendo una situación de abuso intrafamiliar. Muy interesante para mostrar que esto no termina haciendo solo la denuncia, sino cómo hay que reunir las pruebas", apunta Suárez.
En esa nómina están dos libros de una referente indiscutida en esta problemática: Educación sexual y prevención de la violencia y ¿Qué preguntan los chicos sobre sexo?, de Liliana Pauluzzi. Otro de las obras es el de Abuso sexual en la infancia, de Jorge Volnovich y Los afectos y la sexualidad en la escuela, de Horacio Belgich. Y otra obra para agendar es la de la psicóloga de la UNR, Bettina Calvi, Abuso sexual en la infancia. Efectos psíquicos.
El dolor invisible en la infancia, de Jorge Barudy es otra de las recomendaciones. "Barudy fue uno de los primeros autores en hacer un trabajo con los exiliados de la dictadura en Europa. Asocia mucho la dictadura en el país con las dictaduras en los hogares, habla de las dictaduras familiares. Ayuda a entender el maltrato que se produce en la subjetividad de las personas y que estamos hablando de relaciones de poder", comenta la pedagoga social.
Violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes. Propuestas de intervención, un material preparado por las Adoratrices. Aquí Mary Suárez apunta que se trata de un trabajo muy interesante llevado adelante en el 2000 por quien fuera directiva de este colegio, Marta Trejo.
"La autora Alice Miller —dice la especialista— hace un aporte impresionante para desnaturalizar esa idea de que «por tu propio bien te humillo», «por tu propio bien te castigo»... Es decir, la violencia avalada desde la educación, como decir que «un poco de mano dura no viene mal»". De Miller cita dos libros El cuerpo nunca miente" y Por tu propio bien.
En esa nómina de recomendaciones de lectura también está todo el material del Programa de Educación Sexual Integral (ESI) producido por el Ministerio de Educación de la Nación, y aún disponible en internet.
Indeso Mujer también dispone de bibliografía disponible para consultar, en este caso hay que dirigirse a la sede de Salta 2420 PB, teléfono 4351244, o bien contactarse a través del Facebook Indeso Mujer