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Ricardo Darín, Gastón Pauls y Leticia Brédice en “Nueve reinas”, el filme de Fabián Bielinsky.
Nicolás Batlle, vicepresidente del Incaa, está convencido de que “el consumo vía streaming llegó para quedarse, y en ese terreno la producción audiovisual de Argentina tiene mucha potencialidad, por su historia, su presente y por su futuro”. De cara a ese futuro, en diálogo con La Capital, el funcionario subrayó: “No creemos en la desaparición del cine, todo lo contrario. La convivencia es la realidad y la lucha de «las ventanas», es decir, cuánto tarda en pasar una película de los cines a las plataformas, y ese será el principal conflicto a resolver en los próximos meses”.
¿Cómo se incrementó anualmente la suscripción a Cine.ar?
Desde su lanzamiento, hace ya cinco años, Cine.ar Play tuvo un crecimiento sostenido a lo largo de los años, gracias a su desarrollo e innovación en conjunto con Arsat, y a la curaduría de su catálogo, que está en renovación permanente. Esto nos llevó a tener un alcance realmente importante, con 1.800.000 suscriptores, que tienen un comportamiento muy activo y demuestran el gran interés por las producciones nacionales. Una prueba de esto son las 10 millones de visualizaciones alcanzadas en ese tiempo.
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Nicolás Batlle, vicepresidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.
¿Cómo influyó la pandemia y el aislamiento sobre esas cifras?
Mucho. Nos dio la posibilidad de sumar en poco tiempo a más de 500.000 nuevos usuarios. Esto se puede explicar también desde el lado de los contenidos. Quienes se sumaron, encontraron una variedad y diversidad de contenidos que hizo que no sólo se suscriban para conocer cómo es la plataforma, sino que vieron muchos contenidos y seguramente la recomendaron. Ante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, Cine.ar Play fue una pieza clave del Incaa para, por un lado, brindar contenido gratuito y de calidad a demanda en cada uno de los hogares de los argentinos, y por el otro, para poder dar pantalla a los estrenos del cine nacional que no pudieron hacerlo en salas a causa de la pandemia. Esto se tradujo en una gran respuesta de la audiencia para los contenidos argentinos, que se duplicó en relación con los años anteriores. Sólo en lo que va de este año, se registraron más de 2.500.000 visualizaciones totales.
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Antonella Costa en "La chica que limpia", la serie de Lucas Combina.
¿Cómo está compuesto el catálogo?
Actualmente contamos con un catálogo gratuito con 736 largometrajes, 424 cortos, y 76 series en el territorio nacional, pero la plataforma también está disponible en el exterior, con Cine.ar Play Internacional, al que se puede acceder desde cualquier parte del mundo a más de mil contenidos nacionales. La oferta de contenido es dinámica y diversa, porque semana a semana se suman dos películas argentinas a la sección “Jueves Estreno”, que impulsó el Incaa para ofrecer una solución a los productores argentinos que desean mantener las fechas programadas para el lanzamiento de sus películas, durante la emergencia sanitaria que nos atraviesa. De hecho, en 2020, en esta nueva sección se estrenaron 77 películas argentinas. Además, todas las semanas suma alrededor de 20 títulos nuevos a su librería gratuita, por lo que ese dinamismo de contenidos es uno de los puntos fuertes que explican la interacción de los usuarios.
¿Cuál fue la película más vista?
La plataforma tiene como objetivo fomentar y dar exhibición a los diversos contenidos nacionales para todo tipo de público, y dentro de las más populares han estado las películas “Nueve reinas”, “Showroom”, “Corazón de león”, “Esperando la carroza” o la serie “La chica que limpia”. Este año, la más vista fue “Yo, adolescente”, con más de 48.000 visualizaciones. Tenemos muy buenos registros en comedia, drama, policial y romance, pero también tienen buena llegada los clásicos del cine nacional. Cada película y serie tiene su público. El Incaa debe garantizar la producción de todo tipo de contenido, no sólo de las películas de tipo más comercial, sino también los contenidos más autorales.
¿Cómo afectó la pandemia a la producción audiovisual y al financiamiento del Incaa?
Lamentablemente afectó muchísimo ya que la pandemia y el posterior Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio hizo que se tuvieran que suspender la totalidad de los rodajes en curso, así como también el cierre de las salas cinematográficas. La contracara de ese fenómeno fue la explosión del consumo audiovisual en todas las plataformas de video a demanda del mundo, incluida, claro está, Cine.ar. Con respecto al financiamiento del Incaa afectó muchísimo el cierre de las salas, ya que nuestro Instituto recauda un impuesto del 10 por ciento de cada entrada cinematográfica vendida en el país, que este año se transformó en cero. A eso se suma la baja en la recaudación de los ingresos del Enacom, que luego percibe el Incaa en una porción determinada. Esto dio como resultado que el presupuesto del organismo para este año sea del 50 por ciento del que estimamos a comienzos de año.
¿Qué alternativas de financiamiento están previstas?
Modificación de ley mediante, entendemos que siguiendo la propia lógica de la Ley de Cine vigente, las plataformas que exhiban contenido audiovisual deberán tributar al Incaa como ya lo hacen el cine, la televisión, y el hoy extinto video hogareño.
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China Zorrilla, Betiana Blum y Andrea Tenuta en "Esperando la carroza", de Alejandro Doria.
¿Cuáles fueron los objetivos en el momento de lanzar Cine.ar hace 5 años?
El principal objetivo es el de aportar a la inclusión cultural de nuestro pueblo y a la soberanía tecnológica, desde una plataforma pública y gratuita que garantice el acceso a los contenidos nacionales para todos sus públicos. Siempre apuntamos a establecer una nueva vía de exhibición para el estreno y la circulación de contenidos nacionales que aporte a la defensa y difusión de la cultura argentina y su diversidad. Para nosotros es muy importante democratizar el acceso a la cultura, y en ese sentido, Cine.ar Play está haciendo un muy buen trabajo al facilitar el encuentro de los contenidos con su público a través de una plataforma de video a demanda pública.
¿Cómo se incrementó anualmente la suscripción a Cine.ar?
Tuvimos un buen porcentaje de crecimiento año tras año. Sólo en 2020 se sumaron más de 500.000 suscriptores, por lo que creció un 200 por ciento con respecto a años anteriores.
¿Qué balance hace del desempeño de la plataforma desde su lanzamiento?
El balance es súper positivo. La plataforma no ha parado de crecer en estos 5 años, no solo con Cine.ar Play, sino que durante estos años hemos lanzado también la opción transaccional Cine.ar Estrenos, en la que se exhiben películas nacionales dentro de la plataforma casi en simultáneo al estreno en las salas de cine. Esto le da la posibilidad a los suscriptores de alquilar las mismas, y garantizar también que el público argentino que no tiene un cine cerca pueda ver las películas de estreno. Además, asegura la continuidad en cartelera de las películas, por las 8 semanas que están disponibles en alquiler. Otro aspecto importante fue el lanzamiento de Cine.ar Play Internacional, con contenido gratuito argentino para ser visto en el resto del mundo. Que tengamos casi dos millones de suscriptores es una forma de explicar ese balance exitoso, pero que esa cantidad de gente haya realizado 10 millones de visualizaciones habla de lo activos que están y del interés genuino por el cine argentino y lo valiosa que es esta herramienta para garantizar que el espectador tenga un lugar donde disfrutar del patrimonio audiovisual argentino, desde clásicos, contenido contemporáneo y estrenos.
¿Cine.ar resulta competitiva frente a otras plataformas o cada una tiene su nicho de consumidores?
Cine.ar Play no tiene como objetivo competir con otras plataformas, nació con el objetivo de garantizar el acceso a los contenidos nacionales y los resultados han demostrado lo importante de esta herramienta pública y gratuita.
¿Qué reflexiones y qué desafíos generó la modificación de los modos de consumo impulsados por el aislamiento?
Evidentemente la pandemia aceleró una tendencia que venía creciendo año a año, que es el consumo de audiovisual en plataformas. No creemos en la desaparición del cine, todo lo contrario. La convivencia es la realidad y la lucha de “las ventanas”, es decir, cuánto tarda en pasar una película de los cines a las plataformas será el principal conflicto a resolver en los próximos meses.
¿Cuál es el criterio de selección para la curaduría del catálogo?
La cantidad de contenidos nacionales varía semana a semana. Hoy contamos con más de 1.300 producciones y para programarlos se tienen en cuenta todas las miradas y análisis de audiencia, para asegurar la diversidad de contenidos. Por ejemplo, se contempla el contenido que recibió apoyo por medio de subsidio del Incaa y también producciones independientes nacionales. El objetivo es garantizar todo tipo de contenidos entre películas, series y cortometrajes argentinos, además de ciclos especiales que varían semana a semana.
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Diego Peretti protagoniza "Showroom", la película de Fernando Molnar.
¿Cine.ar resulta económicamente autosustentable?
Cine.ar es un emprendimiento conjunto entre el Incaa y Arsat. Si bien hay contenido pago de las películas recién estrenadas que están en cartelera ocho semanas, gran parte de su contenido es gratuito. Por encima de cualquier otro objetivo, su misión es la darle difusión al cine y al audiovisual nacional.
Teniendo en cuenta los generalmente elevados presupuestos de rodaje, la financiación del Incaa, los subsidios y demás estímulos a la producción audiovisual argentina, ¿cómo ve el panorama del cine argentino en un contexto global cada día más competitivo para captar audiencias y golpeado por el cierre o limitaciones en el acceso de público a las salas?
El año 2020 será recordado por el año de la pandemia. Y para el sector audiovisual, como el año en el cual se generó la paradoja de tener los cines cerrados y los rodajes parados por la pandemia, al tiempo en que se consumía más audiovisual que nunca en las plataformas. Ese último fenómeno se aceleró como nunca en el contexto que impuso el Covid-19. Creemos que las salas van a volver y con mucha fuerza. Pero está claro que el consumo vía streaming llegó para quedarse, y en ese terreno el audiovisual argentino tiene mucha potencialidad, por su historia, su presente y por su futuro. Nuestro cine es un actor fuerte en el cada vez más competitivo mercado nacional e internacional, porque genera contenidos audiovisuales diversos, prestigiosos y de altísima calidad artístico técnica.
¿Qué desafíos supone para Cine.ar la eventual reapertura de las salas de cine?
Queremos que vuelvan las salas para recuperar la experiencia colectiva de ir al cine y de compartir con el otro el evento de la sala oscura, la pantalla gigante y el sonido envolvente. Ojalá sea lo antes posible. Lo necesitamos. Cine.ar es una herramienta que no compite con las salas de cine, sino que pone en valor toda producción que ha pasado por el cine también, para que más gente pueda verla una vez que terminó su recorrido por ese circuito.
¿Qué lecciones deja la situación actual que trastocó la producción, distribución y exhibición de películas?
La confirmación de que determinadas películas tienen posibilidades ciertas de encontrar a su público en salas de cine y que hay otras que ese público lo encuentran más fácilmente en una plataforma. El programa “Jueves Estreno” fue una muestra contundente de esa realidad.