El pasado 10 de septiembre se cumplió un año de la desaparición de un gran amigo y político de raza, el doctor Alberto Natale, que supo llevar de un extremo a otro de la República Argentina el mensaje esclarecedor de Lisandro de la Torre. Jurista de ley, eximio docente universitario, parlamentario de lujo y defensor ardoroso de la democracia. Alberto fue un amigo que siempre luchó con desinterés y sacrificio por el afianzamiento de la libertad de expresión y de su partido, el Partido Demócrata Progresista (PDP), que hoy está al borde de su desaparición. Siempre trabajó para el triunfo de la moral política, el respeto de las ideas y la lealtad para la Democracia Progresista. Su vida fue una abnegada trayectoria en pro de sus ideales de los que nunca abjuró. Alberto, hoy si bien no nos acompaña físicamente, su voz, su pensamiento y sus enseñanzas nos siguen demostrando que está junto a todos los que lo quisimos y luchamos con él por una patria grande y en democracia.