Hace unos años se pensó en utilizar la tecnología de las videocámaras portátiles y de bajo costo para monitorear las actividades de los funcionarios públicos, cosa ya usada en algunos lugares de EEUU. En procedimientos de ruta se usa en esos lugares una cámara en el patrullero que filma el procedimiento y establece la verdad de lo actuado. Creo que el episodio “Cabandié” es claro ejemplo de la utilidad social de determinar la verdad. Detectaría coimas, insultos, malos procedimientos o rebeldías y conllevaría a disminuirlas, y por ende mejorar las relaciones sociales en hechos de la vida diaria. Detectaría personalidades antisociales de personas con contacto con el público o con capacidad de decisión, y capaz de generar hechos injustos o dañinos, que es disimulada en situaciones corrientes. Pedirán perdón por los ex abruptos pero su fondo antisocial será conocido y servirá para ponerlos en lugares que no puedan causar daño con sus conductas ante situaciones conflictivas