Quienes refrendamos esta nota hemos tenido la interesante experiencia de trabajar con el señor Alejandro Marchesán en oportunidad de diseñar, preparar y poner en funcionamiento el programa "Rosario Cardioprotegida" durante la Intendencia del ingeniero Miguel Lifschitz. Cada uno de nosotros —médicos de diversas especialidades— lo hicimos representando a distintas instituciones interesadas en poder acercar este beneficio a la ciudadanía toda, entendiendo que el programa enfocado desde la salud de la población, tendría un valor inestimable: salvar una vida. Nos encontramos con una persona absolutamente persuadida de los objetivos, con un alto grado de compromiso frente a la tarea asumida, que demostró en breve tiempo una metodología de trabajo inteligente, enfocada sobre labores en equipo, adecuada a los presupuestos disponibles, una organización y respeto por los tiempos tanto de las tareas que debían ejecutarse, como de las personas responsables de esas tareas. Los tres, al cabo de la puesta en vigencia del programa, coincidimos plenamente en la calidad y la utilidad que el accionar que este señor proveyó al objetivo deseado. Nuestra nota no tiene tintes políticos: no nos interesa en absoluto participar en análisis o cuestiones de este tipo. Somos profesionales médicos que en aquella circunstancia elegimos trabajar para poder brindar un servicio al ciudadano, y lo hicimos con el valiosísimo aporte del señor Marchesán y del intendente Lifschitz. Es de todo hombre de bien decir la verdad tal y como pudimos experimentarla.