Si los votos en la sesión del Concejo Municipal reflejan pasado mañana los consensos alcanzados ayer, la semana próxima ya se hará efectiva la suba de tarifa en los taxis y remises. "Si no ocurre nada extraño, el jueves se aprueba el incremento", anticipó el presidente de la comisión de Servicios Públicos del cuerpo, Carlos Comi, después de que en la reunión se le diera despacho favorable al proyecto. Se espera que la Intendencia promulgue de inmediato el ajuste para dar respuesta al sector, que venía reclamándolo en carácter de "emergencia", y esa firma habilitaría a que el lunes venidero ya entre en vigencia el aumento. Desde entonces el viaje en taxi se encarecerá un 30 por ciento, mientras que en remís la suba promedio será algo inferior porque la bajada de bandera creció menos.
Tal como se esperaba, con los representantes de las cámaras y el gremio de choferes expectantes afuera del anexo del Concejo, al final Servicios Públicos dio vía libre ayer por la mañana al reclamado incremento.
"Si el jueves el cuerpo lo aprueba, como todo indica porque hay acuerdo mayoritario, la promulgación probablemente sea inmediata", adelantó Comi. Fin de semana de por medio, la aplicación podría demorarse máximo hasta el lunes o martes próximos.
Con el nuevo esquema, la bajada de bandera diurna será de 22 pesos (hoy en 17) y la ficha quedará en 1,10 (de 0,85), "lo que implicará un aumento de casi el 30 por ciento", dijo Comi. Por la noche, la bajada alcanzará los 25 pesos (actualmente en 19,50) y la ficha 1,30, con 4 pesos extra por servicio de radiotaxi.
En el caso del remís, la bajada de bandera subirá de 26,70 a 29,50 pesos, un incremento apenas por encima del 10 por ciento, mientras que la ficha pasará de 1,05 peso a 1,35 y el minuto de espera sumará otros 2 pesos.
Para Comi, se trata de una actualización de tarifa razonable si se la compara con los costos que arrojaba el estudio del Ente de la Movilidad, en el orden del 65 por ciento, para no hablar del de los propios taxistas, que llegaba al 80 por ciento. "¿Pero quién se tomaría un taxi a esos valores?", se preguntó el concejal del ARI.
El debate después del jueves. Para el tesorero de la Cámara de Titulares de Taxis de Rosario (Catiltar), José Iantosca, el incremento representa apenas un "paliativo" para amortiguar la duplicación, por ejemplo, del precio del GNC, pero habrá que seguir discutiendo otros aspectos que ayuden a descomprimir al sector para evitar otra suba a mediano plazo.
Concretamente, detalló, en unas dos semanas propondrán que se analicen otras medidas en beneficio de los taxis.
Dentro del paquete los taxistas incluirán el pedido de que se los exima de pagar ingresos brutos y patente (en Buenos Aires, recordó, los autos de alquiler sólo abonan el 25 por ciento del dominio), se les "devuelvan paradas" hoy eliminadas por los carriles exclusivos y otros reordenamientos de tránsito, no se los obligue a trabajar más de 8 horas (en vez de las 16 en dos turnos mínimos actuales) y se les condonen multas menores.
El titular de la Asociación de Conductores de Taxis, Francisco Báez, sostuvo por su parte que pese al aumento continúa "muy preocupado" porque siente estar viviendo un momento "similar a hace 30 ó 40 años" y en el que dijo temer "que termine quebrando el sistema".
"Es que estamos atrapados entre los costos del servicio y de la canasta básica que nos pasan por arriba, por un lado, y la caída de pasajeros desde hace más de un año, por otro", afirmó. Sus números fueron elocuentes: de los 27 ó 28 pasajeros por turno que supieron tener, hoy no suben más de 17 ó 18, lo que representa una baja cercana al 35 por ciento.
Temor a menos viajes. También los concejales se mostraron conscientes del riesgo de que se sigan cayendo los viajes. Para el titular del bloque justicialista, Eduardo Toniolli, el incremento es aceptable porque "el taxista, al igual que el peón del taxi, depende de la recaudación diaria, que está atada a la tarifa".
Sin embargo, reconoció que "existe la posibilidad de que se baje más gente", por lo que "los mismos taxistas plantearon no ir por todo".