Con una capacitación del personal médico, el área de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud provincial comenzará a trabajar tanto en hospitales como centros de salud barriales un nuevo método anticonceptivo: el implante subdérmico. El nuevo dispositivo estará a disposición de las más de 260 mil mujeres en edad fértil que se atienden en la red de salud pública de la provincia, aunque en un principio anticiparon que apuntará en forma específica "a una población de 3 mil mujeres de entre 15 y 24 años a las que actualmente es difícil llegar", para abordar, entre otras problemáticas, el embarazo adolescente no deseado. El método, que consiste en una varilla colocada debajo de la piel del brazo de la mujer, garantiza un 99 por ciento de efectividad durante tres años.
El insumo, que llega desde el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, ya fue testeado el año pasado en una prueba piloto y ahora llegará a todas la provincias del país.
En Santa Fe el primer paso se dio ayer, en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde se capacitaron unos 50 trabajadores del área de salud, tanto de la provincia como del municipio, entre los que se encontraban profesionales, sobre todo obstetras y ginecólogos, que a su vez serán capacitadores y replicarán su experiencia.
"Comenzamos por actualizar los saberes tecnológicos de los profesionales, pero se trata fundamentalmente de seguir garantizando el acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Y en este caso, con este nuevo método, específicamente trabajar con las adolescentes puedan optar un método anticonceptivo de fácil colocación, que no duele y que es perdurable en el tiempo, ya que cuenta con un 99 por ciento de efectividad", detalló el coordinador de Salud Sexual y Reproductiva de la provincia, Oraldo Llanos.
El método. Para Llanos, la llegada del nuevo dispositivo a través de la Nación "mejora la canasta de insumos que actualmente ofrece la provincia a través de consejerías y asesoramiento en los centros de salud".
El implante subdérmico —también conocido como implante transdérmico, implante subcutáneo, pelet o pellet— es un dispositivo compuesto por una varilla (en algunos casos pueden ser dos) del tamaño de un fósforo que se coloca debajo de la piel del brazo de la mujer y que durante tres años libera lentamente un progestágeno que evita la ovulación y actúa así como anticonceptivo.
"Además de su efectividad, la ventaja es que se coloca, su efecto es a largo plazo y no necesita controles posteriores", explicó Llanos, algo que el funcionario indicó que "es altamente positivo para llegar a las adolescentes y adultas jóvenes".
Población. Actualmente la red de salud pública de la provincia, incluidos los hospitales y centros de atención municipales, atiende unas 260 mil mujeres en edad fértil. A ellas se les garantiza el acceso gratuito a todos los métodos anticonceptivos: preservativos, anticonceptivos orales e inyectables, y la colocación de dispositivos intrauterinos (DIU).
"Con estas mujeres se trabaja a través de consejerías y asesoramientos, donde cada una opta junto con el médico por el método anticonceptivo más adecuado de acuerdo a cada caso", indicó el coordinador de Salud Sexual y Reproductiva; y señaló que "esto no se trata de un mostrador donde se entrega el anticonceptivo a demanda sin consulta médica".
A ese proceso ahora se sumará el implante subdérmico, un método con el que la provincia se propone trabajar fundamentalmente con una población de 3 mil adolescentes de entre 15 y 24 años, para lograr una mejor planificación y prevenir los embarazos tempranos no deseados (ver aparte).
Y en ese sentido, profundizar las políticas de prevención de la maternidad temprana es el primer objetivo que se plantea la provincia con esta población. "Hablamos de adolescentes de 15 a 20 años y de adultas jóvenes de hasta 24 años, algunas de ellas ya madres, y otras con una planificación familiar por delante", planteó Llanos al describir a esa población, y agregó: "Son chicas donde un embarazo adolescente que es la primera causa de la deserción escolar, la imposibilidad de un trabajo y todos los riesgos que implica un trabajo temprano".
Según destacó, esa población "es un núcleo duro al que resulta difícil llegar y donde muchas veces no se logra adhesión a otros métodos anticonceptivos que requieren continuidad, como los orales", y en los casos de mayor vulnerabilidad indicó: "En chicas donde hay situaciones de pobreza, adicciones o incluso de violencia este es un método que puede ayudarlas mucho".