La imagen de Cristo esculpida en marfil del siglo XVIII que fue robada en 2003 de una iglesia de la localidad cordobesa de La Carlota y que está valuada en 200 mil dólares, fue recuperada ayer por la policía de Mendoza.
La imagen de Cristo esculpida en marfil del siglo XVIII que fue robada en 2003 de una iglesia de la localidad cordobesa de La Carlota y que está valuada en 200 mil dólares, fue recuperada ayer por la policía de Mendoza.
"La pieza fue dejada en un barrio del oeste de la localidad mendocina de Godoy Cruz por una persona que luego se retiró", informó el comisario general Rubén Coronel.
Por su parte, Antonio Carrizo, subsecretario de Seguridad mendocino, confió a Télam que la policía de Córdoba ya les había informado que "el Cristo de La Carlota había estado en Chile y que podía estar en Mendoza".
Coronel dijo que "la imagen habría vuelto al país ante la imposibilidad de negociarla. Se abrieron varias líneas investigativas y ante la fuerte presión ayer a la mañana una persona se comunicó con él "para tener una entrevista".
"Cuando llegué esta mañana al lugar -agregó el jefe policial- en un barrio del oeste de Godoy Cruz, esta persona al verme se alejó, pero dejó un bulto y al abrirlo me encontré con el Cristo". El jefe policial especuló que "seguramente esta persona era simplemente un mensajero". Coronel aclaró que por el caso no hay detenidos y reveló que manejan una "linea investigativa" que los puede "llevar a un coleccionista o a un oportunista".
La causa quedó a cargo del fiscal de Godoy Cruz, Gustavo Feldman, y se espera que una comisión llegue de Córdoba para devolver la imagen al lugar de donde fue robada hace más de una década.
En noviembre de 2003 robaron de la Parroquia Nuestra Señora de La Merced, de La Carlota, a 100 kilómetros de Río Cuarto, este Cristo con la cabeza tallada en marfil, de importante valor artístico.
Una imagen peruana. Se trata de una imagen peruana del siglo XVIII, que consta de un Cristo que está apoyado en una cruz de madera de jacarandá, de 121 centímetros de largo por 86 de ancho, con cantoneras y rayos de plata repujada, de estilo colonial.
El Cristo de marfil de La Carlota había sido donado al pueblo, en 1951, por el coleccionista Gustavo Muñiz Barreto, un latifundista que era dueño de más de 50 mil hectáreas en la zona.
La obra era parte de la colección arqueológica argentina y peruana Benjamín Muñiz Barretto, una de las más importantes del Museo de La Plata, con 12 mil piezas de alta calidad artística, y con una profusa documentación científica.
En un libro sobre la colección de muebles coloniales de Gustavo Muñiz Barreto, escrito por Antonio Pérez Valiente de Montesuma, al Cristo de marfil de La Carlota se lo describe así: "Precioso Cristo de marfil tallado de una perfecta proporción anatómica, se singulariza esta escultura por el movimiento y la expresión atormentada del semblante. Es de un realismo extraordinario y la ejecución está hecha con un sentido artístico comparable al de las esculturas españolas clásicas del siglo XVIII".