Nélida R. tiene 40 años y denunció que fue víctima de apremios ilegales y lesiones dolosas por parte del personal de la comisaría 5ª de Puerto General San Martín, el que intervino en medio de una disputa que mantuvo con su pareja, Walter N.
Nélida R. tiene 40 años y denunció que fue víctima de apremios ilegales y lesiones dolosas por parte del personal de la comisaría 5ª de Puerto General San Martín, el que intervino en medio de una disputa que mantuvo con su pareja, Walter N.
De acuerdo a lo denunciado ante Asuntos Internos, Nélida tuvo una relación con Walter durante unos ocho meses y vivían en un departamento de Buenos Aires al 400, en la citada localidad del departamento San Lorenzo. El 26 de abril la pareja discutió violentamente y el hombre le pidió que abandonara el hogar. Ella resistió le embestida y su pareja, según la denuncia, se fue tras amenazarla con acudir a "conocidos" que tenía en la policía.
Esa misma madruga Nélida escuchó ruidos en la entrada de la casa y por miedo a ser golpeada nuevamente por su pareja tomó una navaja. Quien ingresó a la vivienda fue un hombre que se identificó como César y "vestía uniforme policial". Sin que ella tuviera tiempo a resistirse, el uniformado la esposó y tras requerir la asistencia de una agente la trasladaron a la comisaría 5ª.
MIentras era conducida en el patrullero, Nélida "fue golpeada por la mujer policía" y en el intento de defenderse terminó "hiriendo a la policía con una cabezazo".
Una vez en la seccional Nélida volvió a ser golpeada, encerrada en una celda e interrogada por varios policías. Incluso, dijo, cuando estuvo frente al comisario éste le dijo "vos estás nerviosa". Tras varias horas la ficharon y le hicieron firmar una declaración. Según Nélida, allí decía que "iba a declarar ante quien correspondiera, que decía algo de resistencia a la autoridad, lesiones, amenazas y ante su resistencia a firmar la amenazaron: «Te metemos de nuevo»". Entonces firmó.
Finalmente, Nélida fue derivada a una oficina de la seccional donde se enfrentó una vez más al comisario, quien anotó en un papel su nombre y el teléfono de la comisaría para después dárselo y decirle con sorna: "Cualquier cosa me llamás".
Nélida le dijo que iba a denunciar penalmente a todos los que la atacaron y le anticipó que haría público el hecho. Después terminó en el hospital Carrasco, donde le diagnosticaron politraumatismos.
Por Tomás Barrandeguy