La fiscal Melisa Serena fue imputada ayer por no haber investigado delitos sobre los cuales presuntamente estaba al tanto sobre juego clandestino y puertos secos en San Lorenzo, jurisdicción donde se desempeña como funcionaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA). La acusación es un desprendimiento de la investigación por la que fueron destituidos el ex fiscal regional Patricio Serjal y el adjunto Gustavo Ponce Asahad, aunque por el momento Serena no está ubicada como parte de esa red cuya organización se le atribuye al empresario de juego Leonardo Peiti y en cuyo marco la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos de la Fiscalía de Rosario pidió el desafuero del senador provincial por San Lorenzo, Armando Traferri.
Investigada por conversaciones que mantuvo en febrero del año pasado con el empleado judicial Nelson Ugolini, también acusado en la trama de juego ilegal, Serena fue imputada ayer en la sede rosarina del MPA de “incumplimiento de los deberes de funcionario público y omisión de la persecución penal de delitos”. Como estos delitos prevén penas menores que no ameritan pedidos de prisión preventiva la audiencia no se realizó ante un juez y la funcionaria sigue en libertad.
La fiscal sanlorencina, defendida por el abogado Juan Lewis, no aceptó responder preguntas pero sí declarar. Sostuvo que al momento de ese intercambio de mensajes por Whatsapp y Telegram no estaba al tanto de ninguna trama y aseguró que nunca entorpeció investigación alguna. Sin embargo, los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery consideran que Serena no cumplió con la labor que impone su cargo, que es denunciar e investigar delitos sobre los cuales había sido informada.
Con la fiscal imputada, la investigación sobre su conducta seguirá con el análisis de material colectado en un allanamiento a su oficina mientras se espera poder abrir su celular I-Phone 11 del cual ella no aportó la contraseña para desbloquearlo. En tanto, compete a la Auditoría General del MPA analizar los actos de Serena y resolver si sigue en su puesto o si procede alguna sanción, que podría ir desde un apercibimiento hasta la remoción.
“Estirá la oreja”
Serena fue imputada por sus pares Schiappa Pietra y Edery de “haber incumplido los deberes que exigen las normas que regulan su accionar como funcionario público como perseguir delitos conocidos en ejercicio de sus funciones”. La imputación surgió a partir de una serie de mensajes hallados en el celular de Ugolini, quien era empleado de confianza de Ponce Asahad y está acusado de haber revelado información reservada a Peiti como parte de la protección judicial que sus jefes brindaban a éste a cambio de dinero.
Esos mensajes fueron intercambiados el 6 de febrero de 2020 cuando Ugolini le pidió a Serena que lo tuviera al tanto de eventuales allanamientos que se estarían por realizar en San Lorenzo. “Hacete la boluda y estirá la oreja en la fiscalía de San Lorenzo, me acaba de llegar información policial de que a PDI de San Lorenzo la sacaron para mandar a PDI de Rosario. En realidad quieren controlar dos variantes importantes, juego clandestino y puertos secos”, decía uno de los mensajes de Ugolini.
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Los fiscales acusaron a Serena de que en ese momento ella sabía que había investigaciones en curso sobre esos hechos. Y que ante el pedido que le formuló Ugolini la fiscal “omitió poner en conocimiento de sus superiores esa circunstancia sabiendo que con ello su interlocutor pretendía obtener información sobre las investigaciones en curso”. Para Edery y Schiappa Pietra, Serena no podía ignorar esa circunstancia ya que Ugolini le había dicho: “No te olvides que nosotros antes de fin de año nos comimos una curva, que lo llamó el propio Pipi (por Traferri) a Gustavo (Ponce Asahad) y casi lo ahorca, ¿me entendés? Por culpa del idiota de (el fiscal Matías) Merlo que venía de Melincué, que quiso hacerse el fantasma, a Gustavo lo dejaron entre ceja y ceja. Justo antes de las elecciones este otro salió a tumbar justo juego clandestino y puerto seco, viste. Yo no creo que se vayan a meter ahí, pero viste, (el entonces ministro de Seguridad Marcelo) Sain no tiene escrúpulos, ese es el peligro más grande”.
En rigor, estas conversaciones fueron dadas a conocer a fines del año pasado en una audiencia en la que Serjal fue reimputado como organizador de una red de juego clandestino junto con Peiti. Para los fiscales de Delitos Complejos el otro organizador era Traferri y por ello pidieron su desafuero para poder imputarlo. En la oportunidad también se difundieron algunas respuestas de Serena a Ugolini que, para los fiscales, la comprometen: “¿Y qué pretende el pelotudo de Sain, que nos pongamos a investigar esas causas para ir en contra de Traferri? O sea que ni siquiera es tan inteligente para armar las tácticas, porque vos podés mandar a la gente de Rosario, fantástico, se ponen a investigar toda la parte de juego clandestino, bárbaro, y llega a ser la fiscalía la intermediaria para agarrarlo ¿a quién? ¿A Traferri en el medio? Justamente nosotros vamos a agarrar a Traferri”, responde la fiscal, para quien esas investigaciones sobre juego y puertos secos eran “una jugada peligrosa hasta para el MPA completo, para el MPA de San Lorenzo, por lo pronto”.
“A sabiendas de que en los hechos delictivos de aquella temática podrían haber tomado parte personas por usted conocidas, entre ellas el senador por San Lorenzo Armando Traferri, usted omitió iniciar una investigación o transmitir esa información a quien correspondiere para que la misma se inicie”, acusaron a Serena sus pares, para quienes la fiscal no cumplió con los mandatos labores que regulan su labor.
Fuera de la red
Tras la audiencia de ayer Edery recordó que Serena es investigada por esas conversaciones con Ugolini, aunque por el momento no está sindicada como parte de la red de juego clandestino junto con Serjal, Ponce Asahad, Ugolini y Peiti. “Se le imputó no perseguir delitos que ella decía que se sabía que se cometían en San Lorenzo, juego clandestino y puertos secos. Y en el desarrollo de esta investigación nos encontramos con que en el departamento San Lorenzo había puertos secos y juego clandestinos que, tal como ella le dijo a Ugolini, nadie investigaba”, señaló el fiscal.
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Respecto del descargo de la funcionaria, que no respondió preguntas de la acusación, Edery sostuvo que ella explicó que “tiene relación básicamente con Ugolini, porque fueron compañeros de trabajo en algún momento en fiscalía. Dijo que conocía a Serjal, no dijo nada sobre Traferri, de quien sabía que era senador de San Lorenzo pero no dijo si lo conocía personalmente o no”.
“Serena declaró —agregó Edery— que hablaba con Ugolini pero no conocía la existencia de este entramado (de juego ilegal). Se despegó de esta red investigada, niega haber omitido perseguir delitos, dice que nunca interfirió en ninguna investigación y siempre colaboró en las investigaciones en las que les tocó trabajar”.
En tanto, sobre la actitud de Serena de no entregar la clave de su celular el fiscal sostuvo que “no está obligada a hacerlo, ni siquiera hay un reglamento que la obligue”. Y agregó que cuando se secuestró su teléfono en diciembre y se le pidió la contraseña “ella dijo que antes prefería hablar al respecto con su abogado, pero hasta hoy (por ayer) no dio la clave”, agregó Edery, quien no descartó que la imputación contra su par sanlorencina pueda ampliarse en función de la información colectada que resta por analizar.