Comparto lo expresado por Rosana Zacnun en su carta del pasado 4 de abril, titulada "Otra de caballos". Y agrego, para quienes creen que el auto es un lujo, que por este medio de locomoción se pagan cifras siderales impositivas desde que salen de fábrica. Para usarlo seguimos aportando por patente, seguro, naftas, verificaciones, etcétera. Y cuando transitamos dentro de la ciudad, todas las reglamentaciones de tránsito no siempre aplicadas con derechos y deberes democráticos, que tanto se hacen eco nuestros gobernantes. Agregando a lo dicho por Rosana, no solamente tenemos dificultades para circular por la presencia de carros tirados por caballos, por bicicletas. También por los peatones, que la mayoría de las veces lo hacen con soberbia y desprecio a la sociedad en que vivimos, trabando el movimiento circulatorio, regulados por leyes de tránsito dentro de la ciudad. A estos no les alcanzan las multas por doble fila, semáforos, radares, líneas amarillas, por no cruzar las calles en sendas peatonales, etcétera. Autoridades competentes no piensen solamente en las elecciones, hagan algo para con los automovilistas que tanto aportamos en pesos a la sociedad.