La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ocupa el centro de la actualidad internacional por su misión de desmantelamiento del arsenal químico de Siria.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ocupa el centro de la actualidad internacional por su misión de desmantelamiento del arsenal químico de Siria.
El galardón recompensa a un organismo respaldado por la ONU por sus "esfuerzos para eliminar las armas químicas", según declaró el presidente del Comité Nobel, Thorbjoern Jagland.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que "esta recompensa llega casi 100 años después del primer ataque químico y 50 días después de un indignante uso de estas armas en Siria".
La OPAQ, con sede en La Haya, vela por el cumplimiento de la Convención de Armas Químicas (CAQ), un tratado multilateral vigente desde 1997 que prohíbe el desarrollo, la producción, el almacenamiento y el uso de las armas químicas y prevé su destrucción total, según su proclama.
La organización cuenta con 189 países miembros, que representan el 98 por ciento de la población mundial. Cuatro países -Corea del Norte, Angola, Egipto, Sudán del Sur- no han firmado ni ratificado la Convención. Israel y Birmania la firmaron en 1993 pero no la han ratificado. En Siria, la Convención entrará en vigor oficialmente el lunes.
Su éxito en la erradicación de aproximadamente el 80 por ciento de las existencias de armas químicas declaradas debería "inspirar otros sectores del desarme mundial para responder a las expectativas de la comunidad internacional".