La intendente nos acusa de reclamar por un transporte público para todos. El acto del pasado miércoles 4 de enero, según dice la intendente, no fue político. Y tiene razón, fue vergonzoso. Presentar diez colectivos, algunos sin patente, inaccesibles. Desconocen la existencia de la ordenanza 3745 del año 1984 y la ley nacional 24.314 del año 1997. A partir del 31 de agosto de 2015, esas unidades no podrán ser utilizadas en el servicio público de Rosario. Eso, más que un error, es un atentado a la integración. ¿Se justifica semejante gasto para utilizarlo siete meses? ¿Qué pensarán hacer con estas unidades al finalizar la concesión? Eso es lo que le pregunté a la señora Fein, momentos antes que huyera, abandonando el acto. No encontró las palabras para poder responder. Tal vez no entienda el significado de "meterle la mano en el bolsillo al vecino". ¿Dónde nos quiere llevar? No somos improvisados ni tontos. Hace más de 20 años que pacientemente esperamos que los gobernantes de turno tomen conciencia que la ciudad no es solo de ellos. Los 120 mil rosarinos con alguna discapacidad ya no toleran ser ninguneados. Somos ciudadanos de primera como cualquier otro. No es razonable que se siga malgastando el dinero de todos los rosarinos. Y no es cierto que tengamos una flota del 40 por ciento de colectivos accesibles. Rosario no tiene una sola unidad accesible. Señores gobernantes, políticamente "idóneos en todo", no es lo mismo un colectivo accesible que uno parcialmente adaptado. Los sabios punteros políticos que compran unidades de transporte inaccesibles, seguramente habrán de recibir el reconocimiento de todos en las próximas elecciones. La gente ya no es tonta. Sabemos reconocer cuando nos quieren meter el perro. Prepárense porque seguiremos y reclamaremos por nuestros derechos.