Sobre los reclamos al intendente de Rosario del sector de la construcción, creo que como habitantes del mundo todos estamos sufriendo esta crisis global. El sector de la construcción no es una isla, rever el Código Urbano parecería una medida facilista, más si se tiene en cuenta que muchas calles y sectores de la ciudad se han convertido en lugares oscuros y húmedos en donde un edificio al lado de otro forman un murallón que se extiende por cuadras y cuadras. Creo que tal proliferación de edificios agrupados en un sector de la ciudad, centro y primer anillo, ha conspirado en la calidad de vida no sólo de los moradores de los edificios, sino de los vecinos de barrios residenciales, que han visto desmejorar su calidad de vida. Si a esto le sumamos el déficit de servicios, llámese agua, cloacas, etcétera, más la falta de cocheras y lugares para estacionar, me parece que se debería encarar el tema desde otro punto de vista que no sea la construcción a mansalva como hasta ahora. Esta es mi opinión como simple ciudadano que recorre las calles de nuestra querida ciudad. Soy el primero en reclamar por mantenimiento y creación de fuentes de trabajo, pero no a costa de que se beneficien unos pocos y se perjudiquen a muchos. Aportar nuevas ideas es mejor que seguir incurriendo en viejos errores.