Un capítulo anterior a la violenta disputa narco que castiga este año las calles de Ludueña cerró con la condena a Franco Matías “Milanesa” Almaraz quien acordó mediante un procedimiento abreviado una pena a 17 años de prisión por un homicidio y otros cuatro intentos de asesinato cometidos entre 2019 y 2020 en el marco de una guerra entre bandas. Como el joven de 22 años tenía una condena anterior, la pena se unificó en 20 años de cárcel.
Los casos que asumió haber cometido fueron parte de la disputa por narcomenudeo entre Milanesa y “El Gordo” Gastón. Un enfrentamiento anterior al que por estos días expresan otros actores que según las investigaciones en curso responden a grandes organizaciones criminales en ese barrio que supera largamente la veintena de crímenes en lo que va del año.
Con un cómplice
La condena a Milanesa Almaraz se dictó a partir de un acuerdo de partes entre el fiscal Alejandro Ferlazzo y la defensa del joven detenido en julio de 2020. La propuesta fue aceptada por el tribunal integrado por los jueces Carlos Leiva, Gustavo Pérez de Urrechu y Román Lanzón.
Almaraz aceptó esa pena por el crimen de Alexis Nahuel Ortiz, acribillado en julio de 2020 en Solís y Ghandi al quedar en medio de un enfrentamiento, además de otros tres ataques a tiros en el que tres personas resultaron heridas, entre ellas una nena de 4 años. Junto con el principal acusado también fue condenado a siete años de prisión Brian Germondari, quien admitió haber acompañado a Milanesa en dos de esos ataques.
Almaraz fue detenido en julio de 2020 en un asentamiento de la ciudad de Pérez donde se escondía de la policía que lo buscaba por el crimen de Ortiz y el ataque posterior en el que resultó baleada la nena.
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La Agencia de Investigación Criminal (AIC) realizó doce allanamientos hasta encontrarlo. Por entonces acababa de ser condenado a tres años de prisión condicional por amenazas a mano armada, aunque en Ludueña ya lo señalaban como uno de los actores del conflicto armado de esos días: “Es indignante. Hace años que denunciamos que Milanesa maneja la calle a los tiros, pero no le importa a nadie”, comentaba una vecina a este diario.
Las dos bandas que por entonces se disputaban la venta de drogas en kioscos distantes a 150 metros uno de otro chocaron en una secuencia de al menos tres tiroteos que culminaron con dos muertos y al menos cuatro heridos que en su mayoría eran ajenos a la disputa. Una dinámica que anticipó la saga de crímenes y balaceras que en el año que corre disparó la cantidad de homicidios en Ludueña.
En serie
La serie de hechos por los que Milanesa aceptó la condena arrancó el 24 de agosto de 2019 a las 22. Según la condena, él estaba entre las personas que llegaron en una moto Tornado roja y blanca y una Titán negra a Junín al 6200. Almaraz bajó de una de las motos y le preguntó a un hombre que iba caminando si era él. “¿Así que sos vivo? ¿Sos canchero?”, lo encaró. Le apuntó con un arma y le disparó por lo menos cuatro veces antes de escapar en la moto. La víctima fue herida en los muslos, el periné y el glúteo izquierdo.
Uno de los cruces más fuertes de aquellos referentes en pugna fue el 3 de julio de 2020, cuando cerca de las 16 la banda de Milanesa atacó al cuñado de su rival en Solís al 300 bis. Almaraz llegó al mando de una moto negra de 125 centímetros cúbicos a Esquiú al 6200 con “Gárgola” Germondari como acompañante. Le marcó al cuñado de su oponente, que estaba sentado en la puerta de su casa, y entonces su cómplice le disparó al menos siete veces con un arma calibre 45. Los tiros impactaron en una puerta, la pared y el suelo.
El vuelto del “Gordo” llegó minutos después con una balacera más contra la casa de la familia Almaraz, que ya había sido tiroteada en esos días. En ese nuevo ataque una bala perforó el cráneo de Adrián “Wino” Almaraz, de 25 años y hermano de Milanesa. Con la víctima aún agonizante —moriría horas más tarde en el Hospital Clemente Alvarez— Milanesa y los suyos fueron a vengarse.
Cerca de las 20 del mismo día las huestes de Almaraz atacaron al Gordo Gastón y regaron de tiros la zona de Solís y Ghandi. Dos balazos alcanzaron a Alexis Ortiz, de 22 años y apodado “Pingüino”, que había sido testigo del crimen de Mercedes “Mecha” Delgado, la recordada militante social que perdió la vida de la misma manera en medio de un tiroteo entre delincuentes.
De acuerdo con la reconstrucción del fiscal, Almaraz iba acompañado por otro hombre y efectuó numerosos disparos con una pistola calibre 9 milímetros que causaron la muerte de Ortiz, así como heridas en un brazo y una pierna a una persona que acompañaba a la víctima.
“Se creen dioses”
“Los que venden son cada vez más violentos. Se creen dioses porque arreglan con la (comisaría) 12ª y hacen lo que quieren. Si te metés con ellos te van a buscar y acá todos tenemos hijos y nadie se la va a jugar”, comentaba un vecino. El propio Gordo Gastón M., de 37 años, fue uno de los heridos de esos días.
Las balaceras cruzadas a las casas donde vivían familiares de Milanesa y El Gordo Gastón siguieron y el fin de semana largo de ese mes de julio se contaron al menos tres. Hasta que pasadas las 18 del martes 14 una moto tipo enduro irrumpió a los tiros en Barra y Gorriti, en Empalme Graneros.
Según el fallo, era una moto Honda Tornado conducida por “Gárgola” Germondari en la que iba como acompañante Almaraz, quien atacó con balas 9 milímetros a Diego V. mientras éste conversaba con una vecina. Una de las balas hirió en el rostro a Eliana, de 4 años, que sobrevivió pero debió someterse a una operación para reparar el daño que sufrió en el rostro.
A partir de un dato que lo situaba pernoctando cada tanto en un asentamiento de la ciudad de Pérez, un grupo de irrupción detuvo a Almaraz semanas más tarde en una modesta vivienda al fondo de un pasillo de Malvinas Argentinas al 100. Se secuestraron cinco celulares y él quedó en prisión preventiva.
Finalmente Almaraz fue condenado a 17 años de prisión por un homicidio y cuatro tentativas, además de otros delitos como lesiones graves y portación de armas de guerra, pena que se unificó con la anterior en 20 años de cárcel. Por su parte Germondari aceptó siete años de cárcel por dos tentativas de homicidio, lesiones graves y portación de armas.
Ecos
Si bien los conflictos que hoy atraviesan Ludueña tienen otros protagonistas la saga de violencia ligada a los Almaraz siguió hasta el año pasado. El 25 de febrero de 2021 un tío de Milanesa, Hernán Jorge Almaraz, de 44 años y apodado “Coqui”, fue perseguido por un sicario y acribillado en Ghandi al 6600. Lo mataron dentro de su casa y delante de sus cuatro hijos.
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Según los testigos, lo persiguieron con una moto Honda Falcon y el hombre buscó refugio en la cocina de su casa, pero el tirador entró tras él y lo mató a balazos. “Cuando los vecinos llegaron vieron que los nenes estaban sentaditos alrededor del padre muerto”, contaron los vecinos. Fue el tercer muerto en la familia, ya que el padre de Milanesa también murió asesinado.