El único desligado por la resolución del juez Carlos Vera Barros es el agente José Luis D., quien trabajó en la Delegación Rosario de Drogas Peligrosas de la Federal hasta 2012. La sospecha recayó sobre él porque en escuchas telefónicas se detectó que un efectivo apodado "He Man" alertaba a la banda de futuros allanamientos, lo que frustró una medida en un búnker en mayo pasado. Su abogado, Germán Mahieu, planteó que su cliente tiene otro apodo y que el único punto de contacto con Zacarías es que un auto de su cliente había trabajado para la remisería que el supuesto narco tiene en Granadero Baigorria. Para el juez, "no surgen indicios de la realización de las conductas que le fueron imputadas", le dictó falta de mérito y lo liberó.
La familia. En cambio, dispuso el procesamiento de Sandra Inés Marín, Joel Zacarías, Flavia Leilén Zacarías y Ruth Castro por tenencia, producción y comercialización de drogas y por la administración de ganancias de origen ilícito en una banda organizada. Marín es la esposa de Zacarías y "no sólo se encargó del traslado de los precursores hasta Funes sino que también es una de las personas que junto a Delfín y (su hijo) Joel cocinaban estupefacientes en la finca". En cuanto a Joel, "si bien no estuvo al momento del allanamiento, está comprobado que estuvo la tarde y la noche" previas. Respecto de Flavia Zacarías, hija del líder, "cumple un rol administrativo-contable en la organización, ya que en su departamento se secuestró una gran cantidad de documental. Cabe presumir que era la encargada de «llevar los papeles» de la organización", dice el fallo. Y sostiene que se detectaron comunicaciones con "el ingeniero", posible proveedor de pasta base al grupo.
Ruth Castro es la ex pareja de Joel y madre de su hija. Se la vincula por recibir un mensaje de "He Man" para advertirle que cierren "las persianas" de los búnkers de "La rubia" porque iban a ser allanados. Ella, planteó el juez, transmitió ese mensaje a Zacarías. En su casa se secuestró cocaína y dos balanzas.
Néstor Fabián Fernández es el encargado de la remisería Frecuencia Urbana de Granadero Baigorria, empresa que sería la "pantalla para lavar dinero del narcotráfico". El hombre figura como titular de muchos vehículos y en su casa se hallaron tres bidones con olor a acetona. En el caso de Edgardo Martín Radovani, tenía documentación sobre el movimiento de la remisería. Ambos están acusados de lavar dinero de la asociación.
Gloria Zacarías, hermana del principal acusado, y Fernando Ermacora, su esposo, figuran como propietarios de 25 cocheras en el centro rosarino que habrían sido compradas "con el fruto de la actividad ilícita". Fueron procesaron y liberados.
Proveedores. Hugo Silva, Alfredo Silva y Javier Silva son quienes "proveyeron a Zacarías de los precursores químicos. Se encuentra acabadamente demostrado con las escuchas que fueron los encargados de retirar de la empresa Alconar dos mil litros de acetona". Fueron procesados con prisión preventiva por tenencia, fabricación y comercialización de estupefacientes. Por último fue procesado Gonzalo Jaime, ex pareja de Flavia Zacarías. El joven tiene un vehículo que trabaja en la remisería de Baigorria. Para el juez, si bien al principio no surgieron indicios de participación en la empresa criminal, tras el operativo se detectó que realizó gestiones para el cierre de búnkers.