Un muchacho de 23 años fue asesinado de un balazo la madrugada de ayer en Villa Gobernador Gálvez, la ciudad de la provincia que ve crecer más aceleradamente la tasa de homicidio en lo que va del año 2013. Por el hecho hasta anoche no había detenidos, aunque los policías de la flamante subcomisaría 26ª contaban para encaminar la pesquisa con el testimonio de un joven que acompañaba a la víctima en el fatal momento.
Todo ocurrió alrededor de las 3 en Bordabehere y la ruta provincial S22, en el extremo suroeste de la vecina ciudad. Por allí, dijeron fuentes policiales, caminaba Matías Daniel Ramírez, de 23 años y "con varios antecedentes penales", junto a un muchacho de 17 años. En esas circunstancias fueron interceptados por dos jóvenes que circulaban en una moto Yamaha YBR de 125 centímetros cúbicos.
Sos vos. Entonces uno de los muchachos se bajó de la moto y lo increpó a Ramírez: "Así que vos sos cuatrero", y sin esperar respuesta alguna le efectúo varios disparos con el arma de fuego que portaba. Uno de los proyectiles impactó sobre el tórax del joven de 23 años y otro le dio en la zona del hombro izquierdo.
Mientras los agresores se daban a la fuga en la moto, Ramírez junto con su compañero alcanzaron a caminar unos metros. Pero malherido, cayó al piso, agonizó unos segundos y murió en el lugar. Según un vocero policial, cuando el patrullero llegó al sitio por una denuncia anónima, el menor de 17 años, de nombre Gastón U., se encontraba en estado de shock y junto al cadáver. No obstante, el pibe pudo relatar algo de lo sucedido a los uniformados.
En el lugar del crimen los pesquisas secuestraron una réplica de un revólver que sería del joven asesinado mientras que se estima que los agresores dispararon con una pistola calibre 9 milímetros por el tamaño de los orificios que quedaron en el cadáver.
El lugar preciso de la muerte es un basural que se encuentra en la curva de la ruta 22 S y calle Bordabehere. El cuerpo había quedado tirado entre ramas, pañales usados, bolsas de polietileno y montañas de basura en descomposición.
Bajo la lluvia. "Fue anoche, en medio de la tormenta que por acá pegó duro, nadie vio ni escuchó nada", dijo al cronista una vecina próxima del lugar. Y abundó: "Acá es imposible vivir, los pibes andan en motitos, hay robos y tiros todas las noches".
Ramírez vivía en Marcos Paz y Granaderos a Caballo, un asentamiento de casas muy humildes, en su mayoría de chapas, que se encuentra a unas diez cuadras de donde lo mataron y a un costado de la parte trasera del cementerio de Villa Gobernador Gálvez.
El caso es investigado por pesquisas de la subcomisaría 26 de Villa Gobernador Gálvez, quienes trabajan sobre el tema en conjunto con la sección Homicidios de la Unidad Regional II y el juzgado de Instrucción Nº 5.