El jefe de la Policía de Rosario desplazó ayer al titular de la comisaría 13ª. La medida fue adoptada un día después de las fuertes críticas vertidas en el Concejo por los vecinos del barrio Bella Vista respecto al accionar policial en esa seccional. Allí, en las últimas tres semanas asesinaron a un arquitecto, hirieron a un policía y balearon la casa de la abuela de Maxi Rodríguez. Ayer mismo, habitantes de la barriada detuvieron y casi linchan a un ladrón ante la demora del patrullero. La cúpula de la Unidad Regional II prometió que desde hoy habrá "saturación policial", refuerzo de efectivos y dos móviles más en la zona.
La decisión del gobierno provincial fue celebrada por la oposición en el Concejo, aunque consideraron que el mero cambio de nombres será insuficiente para mejorar la situación de inseguridad (ver aparte).
"Adoptamos esta medida para oxigenar la seccional, optimizando los recursos humanos que tenemos", explicó a LaCapital el jefe de la UR II, Miguel Oliva.
Según el comisario Oliva, "la salida del subcomisario David Jaime es parte de una rotación normal de funcionarios que se hacen con frecuencia para evitar situaciones de presión y tensión".
Oliva se esmeró en remarcar que "los hechos de violencia que se registraron en las últimas semanas en jurisdicción de la comisaría 13ª no son responsabilidad de una persona, en este caso el jefe de una repartición, sino que obedecen a múltiples factores".
De todos modos, el titular de la policía rosarina admitió que "los hechos de violencia denunciados recientemente, que por otra parte son de público conocimiento, obligan a revisar estrategias y a potenciar la labor preventiva".
Desde hoy se hará cargo de la seccional del barrio Bella Vista el comisario principal Marcos Galigani, proveniente de la Agrupación Cuerpos.
"Es un funcionario con experiencia, que llega más fresco a una zona conflictiva y esperamos pueda dar respuesta a la población", apuntó Oliva.
Sobre los cuestionamientos de los habitantes del barrio, quienes señalaron a los ediles que había un sólo patrullero en la zona, Oliva respondió: "La seccional tiene tres móviles y le acabamos de sumar tres efectivos para actuar con mayor eficacia".
El jefe de la policía rosarina fue más allá y anunció que a partir de hoy "habrá en el barrio operativos de saturación policial, intensificación de los patrullajes y más controles con las otras áreas del Estado para mejorar los indicadores".
De hecho, según informó Oliva, ayer el Inspector de zona se constituyó en la comisaría 13ª, de calle San Nicolás al 2000, para recorrer el barrio, dialogar con los vecinos y rediagramar los operativos. Y el viernes el flamante jefe de la dependencia tiene previsto entrevistarse con vecinos y referentes sociales en un club barrial.
"La mayoría de las seccionales de Rosario necesita mayor presencia policial, no sólo Bella Vista. Esto lo admitió el propio ministro de Seguridad (Raúl Lamberto), y estamos trabajando para incorporar entre noviembre y fin de año cerca de 400 agentes egresados del Isep (Instituto de Seguridad Pública)", sumó Oliva.
La saga de incidentes violentos que sacudió a Bella Vista comenzó el 21 de agosto, cuando un policía resultó herido por arma de fuego en Castellanos y Presidente Perón.
Tres días después, dos asaltantes asesinaron al arquitecto Sandro Procopio en Cerrito al 3600. A pocas cuadras de allí, en Viamonte al 3400, un empresario resistió una entradera a su casa en el mismo día en el que fue baleado el portón del domicilio de la abuela del futbolista Maxi Rodríguez, en Iriondo al 2400. Los hechos se dieron en un radio no mayor a los 600 metros de la cuestionada comisaría.
Casi linchan a un delincuente
Vecinos de Cochabamba y Constitución golpearon y retuvieron a un ladrón que minutos antes había asaltado y lastimado a una mujer embarazada, a pocas cuadras de la comisaría 13ª. Testigos afirmaron que el móvil policial demoró cerca de veinte minutos en acudir. El hecho ocurrió ayer, poco antes de las 16, en el barrio Bella Vista.