"El matrimonio". Así llaman los habitantes de El Calafate a Néstor y Cristina Kirchner. Nos tocó vivir una situación no deseada en esa ciudad semanas atrás cuando mi esposa, debido a una caída, sufrió una triple fractura en su pierna izquierda. Fue el pasado sábado 28 de marzo y teníamos el vuelo de regreso el domingo 29. Dadas las circunstancias debimos quedarnos hasta el jueves 2 de abril y en esos días pude apreciar dos situaciones contrapuestas. Por un lado la contención que tuvimos de toda la gente que habita en el lugar, especialmente en el Hospital de El Calafate, donde el doctor Fabio Gini y las enfermeras de prodigaron incansablemente hasta el último minuto que estuvimos. Por otro lado, me resulta sorprendente que en un lugar al que acceden turistas de todo el planeta no haya un centro de mediana complejidad. Lo único que hay es el hospital mencionado pero carente de elementos. Es insólito que para cualquier estudio que no sean los básicos haya que viajar 320 Km. hasta Río Gallegos. Los que vieron el programa de Lanata días atrás, en el que se muestra las inversiones del matrimonio y su grupo de amigos, las cuales son totalmente ciertas, no podrían creer lo que estoy diciendo, pero es así. Lógicamente no creo que el matrimonio lea este periódico, pero quizás alguien de su entorno que viva en esta ciudad pueda hacerle llegar el comentario. Resulta increíble que un gobierno que subsidia tanto, no prevea una inversión de esta naturaleza justo en el lugar donde tienen tantos intereses creados y donde suele descansar el matrimonio. Quizás crean que el calentamiento global derretirá los glaciares y El Calafate perderá interés turístico, pero para eso faltan algunos años y el turismo seguirá visitando este hermoso lugar. Ojalá estas líneas sirvan para que recapaciten.