Recientemente el Concejo Municipal sancionó la ordenanza Nº 9.082 con el propósito de recordar a dos ciudadanos ilustres de la ciudad: al alcalde Francisco Frías y al presbítero Ambrosio Alzugaray. Frías fue designado en 1725 como alcalde (hoy intendente) de la naciente comunidad rosarina siendo posteriormente reelegido en 1736, 1742, 1745 y 1748. Fue nuestra primera autoridad civil y sus reconocidas cualidades humanas, su trabajo con visión progresista y su cariño por estas tierras hicieron afirmar a los historiadores que su nombre debería figurar en la primera línea en el cuadro de honor de los leales servidores y benefactores de la ciudad. Ambrosio Alzugaray fue nuestro primer sacerdote y en 1731 habilita nuestra primera capilla levantada en el mismo sitio donde hoy existe la catedral de Rosario. Recibe del Cabildo Eclesiástico de Santa Fe los ornamentos necesarios para las celebraciones litúrgicas resaltando entre los mismos una imagen de la Virgen del Rosario. Nuestra ciudad debe su precioso nombre a esa imagen, la de la Virgen del Rosario que trajo nuestro primer sacerdote. Alzugaray funda la primera escuela pública siendo su primer maestro poniendo las bases de la cultura rosarina. El proyecto fue iniciado por María Paula Alzugaray y el que firma esta nota, quien tuvo la oportunidad de exponer ante la Comisión de Gobierno y Cultura los fundamentos de esta loable iniciativa. La concejala Daniela León dando muestra de elevada vocación rosarina y cariño por su historia y su gente logró la aprobación de la ordenanza respectiva que indica la colocación de placas recordatorias. Recordar y homenajear a los ciudadanos ilustres como Frías y Alzugaray tienen el significado de una auténtica reparación histórica. Desde el principio de sus tiempos Rosario debe su prestancia, su desarrollo y progreso al esfuerzo de su gente.