La Comisión Europea (CE) presentó ayer en Bruselas las bases para proteger al máximo los datos personales de los usuarios y el "derecho al olvido" en las redes sociales como Facebook o en buscadores como Google. Cuando se apruebe la nueva normativa, Europa se colocará a la vanguardia en el esfuerzo mundial para que la web deje de ser un territorio sin ley.
La norma comunitaria pretende garantizar el derecho al olvido en las redes sociales, lo que permitirá a los usuarios exigir a las empresas que borren todos sus datos personales al darse de baja en el servicio.
La Unión Europea (UE) y los defensores de las libertades individuales sostienen que los datos personales en internet se han convertido en una mina de oro. Millones de personas se conectan a diario a internet y dejan registrados sus datos personales, como fecha y lugar de nacimiento, universidad, trabajo, gustos o intereses, fotos, números de cuenta bancaria, tarjetas de crédito, pasaporte o ubicación geográfica.
La gente "queda consternada cuando comprende lo que pasa con sus datos", declaró Viviane Reding, comisaria europea a cargo de la Justicia y los Derechos Fundamentales. Esos datos son usados por "todas las empresas del mundo: desde compañías de seguros, hasta bancos o páginas de redes sociales y buscadores" como Google.
La nueva legislación obligará a las redes sociales y a los motores de búsqueda a borrar todos los datos de una persona de forma inmediata (y completa) si ésta así lo pide expresamente y si no existe ninguna razón de peso para retenerlos en la red.
Los datos de los usuarios de los buscadores y de las redes sociales en la web no se podrán publicar salvo que los portales en cuestión reciban una autorización explícita: la mayor novedad respecto a la anterior legislación europea en la materia.
Además, empresas como Facebook, Google o Twitter, entre otros gigantes de la web, estarán obligadas a minimizar el volumen de datos de sus clientes que recogen y procesan a diario en sus plataformas.
Según la opinión de los expertos del sector, la recolección de datos personales crece cada vez más abarcando información física y psicológica de los usuarios, que desconocen hasta qué punto están siendo espiados convirtiendo a nuestras sociedades en una especie de gigantesco Gran Hermano, útil para los estudios de mercados de las empresas.
El sueño de los publicistas es disponer de toda esta información que comparte la gente a través de internet cada día. Desde las transacciones que hacemos, los pensamientos que tenemos, nuestra lista de deseos en páginas como Amazon, es para ellos una tormenta perfecta de datos.
Facebook es utilizada por 800.000 millones de usuarios en todo el mundo.
La Organización de Consumo Europea (Beuc) saludó el proyecto. Sobre todo, porque "en estos últimos años, la información personal era tratada como moneda de cambio sin que los consumidores fueran jamás informados".
Pero para Andrew Keen, experto en nuevas tecnologías, la batalla ya está perdida. "Mark (Zuckerberg) y Sheryl (Sandberg, los dirigentes de Facebook) son los directores de orquesta y las autoridades en Europa y en Estados Unidos van atrasados", dijo desde Alemania. "Vamos de intención propia a esas redes, nadie nos obligó a mostrarnos. El peligro más grave somos nosotros mismos".
El proyecto europeo puede resultar demasiado ambicioso y probablemente nunca vea la luz.