Leyendo la carta destacada del miércoles 5 de septiembre sobre una salidera bancaria debo decir que me siento hondamente atrapado en la misma situación. Siendo el día lunes 3 de septiembre a las 19.30 me vi envuelto en una situación de robo a mano armada en mi negocio, ubicado en la esquina de Jujuy y Rodríguez. Esta es la tercera vez en lo que va del año que soy asaltado por estos hampones, cansado de la violencia y que me despojen de lo que hago a diario para sobrevivir en un país como este, discuto con el hampón junto con un amigo mío que estaba presente y logramos reducirlo y que se vaya sin poder llevarse nada. Inmediatamente doy alerta al 911 a lo que me responden que en seguida me mandan un móvil. Lamentablemente todavía lo estamos esperando. ¿Es posible que haya tenido que llamar media hora después para que me vuelvan a contestar lo mismo? ¿Es posible que los encargados del 911 se protejan tras los viles comentarios de que "la mayoría de los llamados al 911 son en broma"? Yo me pregunto, ¿es posible que un número tan esencial para la tranquilidad y seguridad de todas las personas que conformamos Rosario esté obsoleto y a menudo especulen con "supuestos" llamados en broma? Tengo la filmación del hecho, a cara descubierta y como pancho por su casa. Hacen lo que quieren, están libres. Y los que vivimos encerrados somos nosotros. Esto es una anarquía que no para. Estoy harto.