Aunque el acceso de los jóvenes más humildes a la educación superior sigue siendo una asignatura pendiente, los alumnos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que reciben becas para poder estudiar se quintuplicaron: pasaron de 650 a 3.313 en los últimos cinco años y para este se espera que lleguen a 4 mil. Ese aumento de la demanda, razona el secretario de Relaciones Estudiantiles de la Universidad, Gervasio Solari, es básicamente producto de la oferta que, en términos económicos, tuvo en el mismo lapso un crecimiento exponencial: en 2007 el presupuesto asignado a becas fue de 500 mil pesos, mientras que ahora llega a 12 millones. Si se repite la tendencia de 2012, el beneficio más solicitado —la mitad— será ayuda para alimentos, seguido de transporte y material de estudio. Para el rector Darío Maiorana, se trata de una "política de bienestar estudiantil que intenta ser integral".
Basta una mirada al mapa de la ciudad para advertir cómo se distribuye social y espacialmente la población que pudo completar el nivel de educación superior (se puede acceder a través de la página web del municipio, en Observatorio Social) y concluir, sin ningún riesgo de error, que a la Universidad no acceden los sectores socioeconómicos más bajos, aun cuando para orgullo nacional siga siendo gratuita.
De hecho, esas restricciones tampoco son imputables a la propia Universidad: la inequidad no aparece recién a ese nivel, sino mucho antes, y es más grave cuando implica el abandono de la escolaridad obligatoria por parte de niños y adolescentes.
Aun así, la beca universitaria representa una ayuda inequívoca para empezar y sostener una carrera. El año pasado accedieron a ese aporte 3.313 alumnos, el 4,4 por ciento de la matrícula total que, según números provisorios de Estadística de la UNR, alcanzó a las 75.652 personas.
Solari define al progresivo incremento de las partidas destinadas a ese y otros beneficios como una "decisión política" que tomó la gestión de Maiorana desde sus comienzos.
"Cuando llegamos al rectorado se otorgaban muy pocas becas y, por ejemplo, se contrataba un comedor estudiantil, fueran o no a comer los estudiantes", recuerda el rector.
Por eso, de entrada, se decidió personalizar el beneficio. Primero fue mediante tickets canasta para compra de supermercado; después ese recurso se reemplazó por una tarjeta del Banco Nación y se empezó a abrir un abanico de becas que cubriera distintas necesidades.
Hoy se dividen en individuales —que pueden estar destinadas a movilidad (para transporte urbano e interurbano o bicicletas), estudio (para la compra de materiales, de ayudante, de investigación y para alumnos con problemas visuales) y ayuda económica (para alimento, madres solas, miembros de pueblos originarios y residencia — y colectivas (de computadoras, de apoyo académico y para viajes).
Mitad y mitad. Hoy por hoy, los becarios se reparten ecuánimemente entre quienes viven en Rosario y quienes llegan de afuera.
En el imaginario, dice Solari, aparece el estereotipo del estudiante del interior "hijo de la soja", pero la realidad es bastante más diversa: de los pueblos y ciudades del resto de Santa Fe y provincias vecinas llegan miles de chicos con situaciones familiares complicadas o que al menos requieren alguna ayuda.
De hecho, en 2011 (último año para el que hay estadística definitiva) el principal pedido fue para comprar alimentos: 1.411 alumnos solicitaron esa beca, casi la mitad de los inscriptos. Durante el 2013, esa ayuda (que se concreta a través de una tarjeta emitida por el Banco Nación) será por 400 pesos mensuales.
La otra beca más solicitada viene siendo la de transporte: el año pasado la pidieron 634 estudiantes para moverse dentro de Rosario y otros 130 en rutas interurbanas (en recorridos de hasta 50 kilómetros), incluidos los trayectos diarios a Zaballa y Casilda rumbo a las facultades de Agronomía y Veterinaria. Lo que se entregan son tarjetas y pasajes.
El cuarto beneficio más pedido es para la compra de materiales de estudio, que este año representarán 200 pesos al mes.
Y por segunda vez se incluirán una ayuda para el rubro "residencia" (600 pesos mensuales para aportar al alquiler de alumnos que vienen de afuera) y otro beneficio que apuntará especialmente a que miembros de pueblos originarios logren acceder a las aulas de educación superior. En ese caso se tratará de una beca integral de hasta 1.200 pesos.
Para aportar al bienestar estudiantil existen, además, un centro de salud (ahora emplazado en Urquiza y Riccheri) y los comedores universitarios.
Uno nuevo, pensado para la demanda de las facultades de Ciencias Médicas, Bioquímica y Farmacia, Odontología y el Hospital Centenario, empezará a construirse en breve en Riccheri y Santa Fe. "En estos días nos están mandando la habilitación desde el Ministerio de Planificación Federal", adelantó Maiorana.
Coad discute
Los docentes de la UNR agrupados en la Coad analizarán mañana en asamblea la última oferta salarial realizada por el Ministerio de Educación de la Nación. La cita será, a las 18, en la sede gremial de Tucumán 2254. Después de un paro de 24 horas y otro de 48, los profesores evaluarán la posibilidad de continuar con más medidas de fuerza.