Hay monumentos, edificios y puentes que más allá de su valoración arquitectónica son emblemáticos para sus ciudades. El Monumento a la Bandera en Rosario, el Obelisco en Buenos Aires, el Arco de Entrada en Córdoba, el Big Ben, la Torre Eiffel, el Empire State, la Estatua de la Libertad, la Torre de Pisa, el romántico Taj Mahal, el Golden Gate, La Alhambra, entre otros. Si alguno de esos íconos fuese destruido, como sucedió con las trágicamente célebres Torres Gemelas, la ciudad que lo ostentaba sufriría un golpe demoledor. Por eso los ingleses celebraron (casi como la victoria de los aliados), que el Big Ben hubiera salido indemne de los bombardeos y siguiera mostrando al mundo su figura inconfundible. Hace unos días se cumplió otro aniversario de aquel 28 de septiembre de 1983, en el que una devastadora inundación arrasó el Puente Colgante de Santa Fe. Seguían existiendo la costanera, el bulevar Gálvez, la laguna Setúbal, el parque Juan de Garay, la rotonda de la Ruta 1, la iglesia de Guadalupe, la peatonal San Martín y las canchas de Unión y Colón, pero la ciudad ya no fue la misma por muchos años, como si se hubiese quedado sin alma. Antes, el espectacular Túnel Subfluvial le arrebató a la capital de la provincia lo pintoresco de lanchas y balsas que cruzaban el río hacia Paraná; y con el derrumbe del puente, se extinguió la última gran expresión tradicional insertada en su paisaje litoraleño. El puente fue reconstruido a fines de 2002 encendiendo emociones y polémicas; reavivando la eterna discusión sobre si en tiempos difíciles hay que hacer obras físicas o ayuda social. Lo cierto es que en el presente la urbe sucesora de la primitiva Cayastá tiene nuevamente su entrañable contorno de acero, su distintivo puente; ese de fotos y recuerdos; ese del cuento del maestro correntino Velmiro Ayala Gauna; el que sobre la laguna Setúbal hoy luce nuevamente su conocida silueta. Mientras para unos se trata de unos cuantos perfiles de "fierro" tendidos sobre la laguna, para otros es su mejor postal; un bello capítulo de la historia correspondiente a la ciudad de la Vera Cruz. El Puente Colgante de Santa Fe, uno de nuestros símbolos del Litoral, está inscripto en la prestigiosa lista de los emblemas de ciudades.