El pasado 6 de enero concurrí con mi familia a cenar al restaurante ubicado en Pellegrini 1501. Nos sentamos en las mesas más próximas a la sala de juego de los niños que se ubican sobre la pared (mesa 700), y desagradable fue nuestra sorpresa cuando confirmamos lo que me había contado mi sobrina sobre la existencia de cucarachas en el kinder ya que ante nuestros ojos pasaban tranquilamente recorriendo la pared un par de estos insectos. Ante tal evento asqueroso se lo comento y se la señalo al mozo para que la vea (mozo 12 según el correspondiente ticket) y me responde "Ah, es amiga de la casa", como si la situación le fuera tan cotidiana que ni siquiera se inmutó. Terminamos allí la cena y me acerqué a la caja para abonar y pedirle a la persona que estaba en ese puesto que me mostrara la constancia de la última fumigación hecha en el local, a lo que me respondió que no recordaba cuándo había sido y un "no veo por qué te la tengo que mostrar a vos". Esta persona debería haber tenido más táctica para tratar a un cliente, ya que como tal es mi derecho exigir como mínimo limpieza del lugar al que estoy concurriendo.