River Plate cumple un sueño largamente anhelado y debuta hoy a la mañana bien temprano en el Mundial de Clubes, con el apoyo de unos 15 mil hinchas que le vienen aportando color y música a Osaka, ante el Sanfrecce Hiroshima, el campeón japonés.
La cita será a las 7.30 de hoy en la Argentina (19 hora local) en el Osaka Nagai Stadium, con el arbitraje del millonario sueco Jonas Eriksson y transmisión en directo de la TV Pública y Fox Sports.
Ganarle a Sanfrecce será el pasaporte para una final que todos imaginan contra el poderoso Barcelona y la constelación que tiene de lucero a Lionel Messi, ganador de casi todo lo que afrontó en este exitoso 2015.
Ante el campeón japonés, River irá con lo mejor que tiene sin especular con el escaso nombre del rival en las competencias de altura. El entrenador millonario Marcelo Gallardo dispuso que Leonardo Pisculichi tenga la batuta del juego como enganche saldando la única duda que quedaba de cara al partido. El Muñeco explicó que Pisculichi “si bien es importante para la pelota parada porque es parte del juego, nosotros vamos a jugar un partido intenso contra un rival duro, que tiene calidad y futbolistas que intentan jugar”.
El resto será con el equipo titular, con el uruguayo Rodrigo Mora y Lucas Alario, que ni bien se puso la camiseta de River endulzó con goles el ánimo de los hinchas.
Gallardo sabe que lo último que debe hacer es menospreciar al rival. Por eso amplió: "Sus jugadores tienen muy buena iniciativa, sobre todo sus defensores centrales tienen el valor de salir jugando con la pelota, toman riesgos", comentó el técnico de River. "Esperemos poder contrarrestar todo eso y hacernos fuertes nosotros", abundó.
También dijo que tendrán que ser inteligentes para afrontar el partido ante un rival de estilo clásico asiático, de juego veloz que exige físicamente al rival. En ese sentido resaltó la “evolución que ha tenido el fútbol en Japón”.
Sanfrecce, el último de los clasificados para este Mundial, hilvanó dos victorias para llegar hasta la semifinal, primero dio cuenta del Auckland City, de Nueva Zelanda, 2-0 en el choque preliminar y luego se sacó de encima con una tripleta al Tout Puissant Mazembe, de la República Democrática del Congo, campeón africano.
River, que ganó el torneo en 1986 cuando se llamaba Copa Intercontinental, estuvo en Japón en agosto cuando superó a Gamba Osaka 3-0 en la Copa Suruga Bank, un partido entre el campeón de la liga japonesa y el de la Copa Sudamericana.