Las tomas de varias escuelas secundarias, que se prolongó demasiados días, fueron ilegales. Este único argumento debería bastar no sólo para repudiarlas, sino para que las autoridades competentes adopten las medidas necesarias para: 1) terminar con la usurpación de edificios públicos; 2) restablecer el normal funcionamiento de esas instituciones; y 3) sancionar a los responsables. Como el hecho es en sí mismo ilícito, resultan irrelevantes los motivos aducidos para la toma. Pero, de todas formas, estos son fútiles. Se cuestiona la aplicación en la Ciudad de Buenos Aires de una reforma de planes de estudio decidida por el Consejo Federal de Educación y que viene siendo instrumentada en todas las provincias. Ignoro si la reforma es acertada o no; en todo caso, es un tema que debe debatirse a través de los canales democráticos, que en la capital argentina son múltiples. Aún menos explicable es la toma de colegios secundarios, como el Colegio Nacional de Buenos Aires y la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, porque esas instituciones no son afectadas por la reforma educativa ya que dependen de la Universidad de Buenos Aires. Pero algunos alumnos, en asambleas sin ninguna garantía de respeto a la voluntad mayoritaria, resolvieron la toma “en solidaridad” con sus pares de otras escuelas. Si esa fraternidad se ejerciera de manera consecuente, no habría en el año un solo día de clases: sobran las causas por las que los niños solidarios pueden dar testimonio de sus almas bellas. Algunos de los “tomadores” del Buenos Aires, mientras pasan los días y siguen como señores del viejo edificio de la Manzana de las Luces, no tuvieron mejor idea que llegar por los históricos túneles a la vecina iglesia de San Ignacio, la más antigua de la ciudad, y profanarla quemando objetos y realizando pintadas con leyendas de un asombroso anacronismo. Pero, con todo lo que pueda decirse de estos alumnos –que merecen un severo castigo y aun la expulsión del Colegio–, la responsabilidad mayor no es de ellos. Hay otros actores en este drama que no tienen perdón. Muchos padres no sólo toleran estas actitudes, sino que las apoyan activamente. Nostálgicos de una revolución que nunca llevaron a cabo, se consuelan con apañar a estos pequeños soviets, invocando “luchas” heroicas y “la memoria de los 30 mil desaparecidos”. Para quienes estudiamos en esos claustros, que formaron a buena parte de la dirigencia argentina y dieron dos Premios Nobel y varios presidentes, contemplar estos desatinos es muy penoso. Más lo es vislumbrar que, aunque el conflicto actual se solucione, otros se sucederán casi inevitablemente en la medida en que los funcionarios competentes parecen haber renunciado a ejercer la autoridad que se les confirió. Como en otros ámbitos de la vida argentina, se cree erróneamente que todo acto de autoridad es represivo o fascista. El daño que se provoca es inconmensurable. Es el futuro de nuestros hijos, en verdad, lo que está tomado.
Soy unos de los tantos que sufrió la inundación en el mes de diciembre del año pasado, sector Córdoba, vías del ferrocarril, Circunvalación y Colombres. Hemos tenido reuniones con funcionarios de la Municipalidad, Vialidad Provincial y otros, pero no tuvimos una respuesta acorde a la situación. Nadie se hizo responsable de lo acontecido, cada cual se arregló como pudo. Al día de la fecha estamos recibiendo las facturas por las cloacas, un servicio que aún no está terminado, ni siquiera empezado. Pregunto: ¿por qué debemos pagar por algo que no tenemos?
LC 4.905.581
Nuestra Nefertiti
Madre, abuela, sueños de reina, oradora internacional, orgullosa y altiva, modernamente ataviada con calzas sugestivas, marchó hacia USA a plantear sus reivindicaciones, seguramente con la secreta esperanza de que alguno le acercara las soluciones que acá no encuentra a pesar de aparecer rodeada de una cohorte de asesores, ministros y sonrientes aplaudidores que integran su equipo local. Allá, ante un auditorio silencioso y contemplativo, se explayó en epítetos contra lobbistas, calificadores y buitres que ganaron un juicio por falta de pago, con reclamos justificados, pero afirmando allí que no son atendidos sus deseos de pagar lo que se le ocurre según su criterio particular alejado de la realidad. También denunció la contumaz negativa de Inglaterra a dialogar sobre las Malvinas convertidas en fortaleza inexpugnable por la piratería en la pesca y el petróleo. Nada dijo de las sorprendentes aspiraciones del Uruguay, basadas en documentos más antiguos que los nuestros y de los supuestos acuerdos de intercambios actuales con el Reino Unido. En relación con el fracaso para concretar las firmas de un tratado con Irán, donde hasta se sacrificó la dignidad del país, fue inexplicable querer relacionarlo con un “holocausto nuclear” que debió ser considerado antes de hacer ningún acuerdo con países tan disímiles al nuestro y tan desaprensivos, armados siempre para la guerra total contra todos. Por fin, evocó el Papa Francisco en un oculto deseo de que nos salve de tantos desaguisados cometidos y que solamente Dios podrá deshacer. En resumen, tenemos varias perlitas más que agregar al rosario conmemorativo de la “década ganada”, pero no desarmemos la escopeta sin antes reclamar justicia y pago de las deudas jubilatorias cada vez más comprometidas ante la reducción de las reservas y financiaciones que otorga el Ansés con fondos que antes debieran liquidarse a los que aportaron a YPF y que nos manden parte de sus militares a combatir la inseguridad, la inflación y los riesgos de que los ingleses accionen sus cañones contra la Patagonia con cargas nucleares. Esperemos que Vaca Muerta resucite y nos convierta en la potencia energética que éramos antes de la “década ganada” y que el Espíritu Santo y las oraciones nos ayuden.
Carlos Alberto Vallejos
DNI 5.974.851
Pingüinera sin pingüinos
El 06/09/2013 iniciamos un viaje a Puerto Madryn a través de un Centro de Jubilados de la Zona Sur con la empresa Rosarigasinos. Un grupo hermoso, integrado con gente de Villa Constitución, Arroyo Seco, General Lagos, Cañada de Gómez, varias familas con niños. Todo fue muy bien hasta que hicimos la famosa excursión a Punta Tombo, donde allí se encuentra el apostadero de pingüinos más grande del continente. Y ¡oh sorpresa! Al llegar nos encontramos con todo cerrado. Hasta un importante edificio, que entre varios aspectos permite que se entiendan y conozcan las características de la vida de los pingüinos y otras especies autóctonas. Pero no todas eran pálidas en ese lugar, para nuestra suerte lo único abierto era el baño. El guía y la coordinadora nos aseguraban que la temporada de avistaje de estos pequeños animales ya había comenzado (pequeño detalle que se les había “escapado” chequear). Conclusión: caminamos con mucho frío hasta agotarnos, sólo vimos dos pingüinos, y no recibimos ningún tipo de explicación. El 29/09/2013, al hojear como todos los domingos el suplemento Turismo del diario La Capital, vi con sorpresa una nota que dice: “Punta Tombo abre hoy las puertas de la mayor pingüinera con la presencia del gobernador”. Por suerte (otra vez para nosotros) nos devolvieron el valor de la excursión (200 pesos) después de pelear nuestros derechos. A modo de reflexión digo que no se puede engañar a la gente, además, es importante que los grupos de turistas sean conducidos por personal idóneo que participe, solucione problemas y por sobre todas las cosas que esté. No deben olvidar que la mejor propaganda es la de la gente que regresa contenta, satisfecha y dispuesta a iniciar un nuevo viaje.
Olga Albouy
DNI 6.481.103
Bajar la edad de imputabilidad
Llegaron las elecciones legislativas y nuevamente azota al universo de los niños la tormenta de la reducción de la edad mínima de imputabilidad penal. La mano de la legalidad democrática reduciría a 14 años lo que la última dictadura puso en 16. Todo ello, por cierto, a despecho de la Convención sobre los Derechos del Niño, de jerarquía constitucional y también, con prescindencia de estudio o fundamento alguno que se haga cargo, seria y sinceramente, del “dato óntico”, de la “observación elemental”, por emplear palabras de la Corte Suprema (Maldonado, 7-12-2005), sobre el grado de “inmadurez” emocional de los niños de 14, futuros beneficiarios de la protección que les brindarán las citadas sanciones y los acomodados lugares de su cumplimiento. Según una investigación de Unicef, la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, y la Universidad Nacional de 3 de Febrero, sobre un total de 1.800 adolescentes menores de 18 años privados de la libertad por causas penales en el país, un 17 % son no punibles, es decir menores de 16 años: 300 adolescentes. Ahora bien, cuando se analizan los delitos que se les imputan a aquellos 1.800 adolescentes privados de la libertad, los datos indican que un 15 % está imputado de homicidio (incluyendo la tentativa de homicidio, es decir, los casos en que no se produjo el resultado muerte); 270 casos. Si aplicáramos la proporción entre punibles y no punibles, tendríamos que de esos 270 casos, solo 46 (el 17 % de 270) corresponderían a adolescentes de entre 14 y 15 años. Pero esa cifra es más baja aún si tomamos la cifra del total de homicidios dolosos que se cometen al año en nuestro país: unos 2.000. De esa cantidad, en unos 200 participan menores de 18 años. Y de esos doscientos, según declaraciones del director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Nils Kastberg, en sólo 15 casos participan menores de 16 años. “El sistema penal tiene selectividad, van presos los más vulnerables”, expresa la defensora oficial Matilde Bruera, quien además alegó que sobre los 120 menores procesados por trabajar en búnkers, hay que plantear el tema dentro de la ley de trata y que los jóvenes son víctimas, no delincuentes. “Hay que rescatar a estos jóvenes y darles un tratamiento político y social”, dijo la defensora oficial. Por último, queda la necesidad de expresar que no se puede hacer un control social a través del Código Penal. Aquellos países que aplicaron la tan mentada “mano dura” no obtuvieron los resultados esperados y tuvieron que observar cómo países que aplicaron políticas integrales de inclusión social, educativas y deportivas lograron una importante merma en la violencia y en la tasa de homicidios. Todo lo demás es demagogia barata.
Alejandro Caniglia
Lomo de burro en calle Sarmiento
¡Qué alegría sentí al ver que ya no está más el lomo de burro de calle Sarmiento entre Córdoba y Rioja! Realmente, no sé con qué fin estuvo un tiempo. Sólo cumplió un objetivo, molestar, tanto a los vehículos como a los peatones. Es bueno que la Municipalidad reconozca cuando se equivoca y sepa dar marcha atrás. ¡Felicitaciones! Y espero que tenga en cuenta que hay muchas ciclovías que no se usan y puedan también resolver ese tema.
Estela Ríos