El año pasado, Beatriz decidió dejar su casa en Córdoba al 5000 para mudarse a un departamento en Alvear y Tucumán. Una vez acomodada en su nuevo hogar, la mujer empezó el trámite para trasladar su línea telefónica. No fue fácil: lograr que los técnicos de Telecom golpearan su puerta le demandó varios reclamos, el pago de facturas por el servicio ausente y más de seis meses de espera.
Encima, cuando por fin consiguió tener teléfono se dio cuenta que le habían asignado otro número porque, según le explicaron entonces, había cambiado de zona.
El de Beatriz es uno de los diez casos testigos que presentó el Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac) en las oficinas de Telecom de Rioja al 1400. A manera de un reclamo colectivo, la medida busca que la firma resuelva en un plazo de 90 días las demandas de los usuarios. El mismo documento se llevará después en el órgano regulador del servicio, la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC).
Casi la totalidad de las quejas se relacionan con demoras en la instalación de nuevas líneas o traslados de líneas por cambio de domicilio y también dilaciones en resolver problemas técnicos. “Tenemos casos de personas que llevan más de un año esperando para que le conecten el teléfono”, advirtió el titular del Cesyac, Juan Marcos Aviano.
A la cabeza. En los últimos años, recordó, los reclamos de usuarios de telefonía fija se ubicaron a la cabeza de las quejas recibidas en la entidad de defensa de los consumidores. Incluso desplazaron a las denuncias que involucran a las prestatarias del servicio de telefonía celular, las que tradicionalmente cosechaban más reproches.
Las estadísticas de la oficina local de la CNC indican lo mismo. En lo que va del año, en la dependencia que funciona en el antiguo edificio del correo se iniciaron 1.613 expedientes; de este total, 1.311 correspondieron a problemas con la telefonía fija. Nueve de cada diez denuncias apuntaron la falta de servicio, seguidas detrás por situaciones de incumplimiento en la instalación de nuevas lineas o cambio de domicilio.
Números que difícilmente representen a la totalidad de los usuarios en problemas ya que, se sabe, son pocos los que presentan sus quejas en los organismos de control del servicio.
En todos los casos, los días sin servicio superan con creces los plazos legales permitidos. De acuerdo al reglamento de calidad del servicio (Resolución Nº 5/2013) las empresas están obligadas a instalar nuevas lineas entre los diez días hábiles posteriores a solicitada, lapso que puede extenderse a 20 días hábiles si en una misma zona hay muchos servicios pedidos. Y, en el caso de las reparaciones deben concretarse dentro de las 72 horas de denunciado el problema.
Sin embargo, desde las oficinas locales de la CNC se cursaron pedidos de sanción por casos “en los que se acreditó hasta un año de espera”, señalaron fuentes del organismo de control.
Casi exclusiva. Tras la privatización del servicio de telefonía, en la década del 90, Telecom se hizo cargo de la prestación de servicios en toda la región norte del país. Por esto, en la ciudad sigue ostentando casi una situación monopólica pese a que existen otros prestadores. El año pasado, la última auditoría de la CNC contó unos 300 mil abonados.
Por esto, apuntó Aviano, “se tiene que aceptar un reclamo colectivo para intimar a la empresa a que cumpla el reglamento de telefonía básica y que obligue a la firma a resolver todos los reclamos en tiempo y forma. Porque los usuarios se cansan de llamar al 112 y escuchar decenas de veces que el problema se va a resolver en 72 horas”.
Para el presidente del Cesyac, “el problema es que la empresa ha volcado sus inversiones a la telefonía móvil”.