Este sábado los clubes de barrios abrirán la temporada de pileta, pero con un sabor amargo, porque han vendido pocos abonos. Además, a las instituciones les preocupa el costo de mantenimiento.
Este sábado los clubes de barrios abrirán la temporada de pileta, pero con un sabor amargo, porque han vendido pocos abonos. Además, a las instituciones les preocupa el costo de mantenimiento.
Los clubes de barrio estimaban que cuando el gobierno provincial habilitara el uso de las piletas en pandemia de coronavirus, tendrían una avalancha de pedidos de abonos, pero eso no sucedió. Al contrario, apenas llega a un 25 por ciento la cantidad de socios que ha pagado la temporada.
“Tuvimos muchas consultas y por eso pensábamos que tendríamos una gran demanda, pero, a la realidad nos mostró otra cosa”, confesó el referente de los clubes de barrio de Rosario, Jeremías Salvo.
Como en todos los rubros, la cuarentena golpeó fuerte el bolsillo de los vecinos. Además, este año el abono de pileta de un club cuesta un 50 por ciento más caro que en 2019. Y a esto se le suma que los clubes no pudieron ofrecer el pago en cuotas como lo hacían años anteriores, a partir de octubre, porque en ese momento nadie sabía si se abrirían o no las piletas y si habría temporada de verano.
Sin embargo, Salvo se mostró esperanzado: “Tal vez cuando pasen las Fiestas, o cuando la gente cobre el aguinaldo repuntemos”, destacó.
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Actualmente el abono promedio de pileta es de entre 3.000 y 4.000 pesos por persona, los tres meses de verano. “También existe la opción de pagar por día, y esto ronda los 125 pesos por persona” confirmó Salvo.
Junto con esto, hay socios que tienen miedo de compartir el espacio con otros por la pandemia y esto termina provocando aún más problemas.
Altos costos
Además de la situación económica de los socios, los clubes hacen malabares para sostener los costos de mantener las piletas abiertas. “El costo de abrir es el mismo para 100 que para 50 personas”, explicó el referente de los clubes.
Y en esta temporada, para cumplir con los protocolos, las piletas no podrán permitir el ingreso de todos los socios, sino que lo harán de a grupos, y según el tamaño de la zona del natatorio.
“Algunos clubes todavía no saben si van a abrir la pileta porque no les dan los números y otros solo permitirán las actividades deportivas, como natación o aquagym, para evitar peleas entre los socios y tener que prohibir el ingreso”, comentó Salvo, quien también es titular del club Suderland.
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“En piletas donde entraban 1.500 personas hoy pueden ingresar solo 700 y ¿cómo hacés con el resto que no pueden ingresar?”, se preguntó Salvo.
En este marco, los clubes trabajan para poner en condiciones las instalaciones y el sábado abrir la temporada de verano. Deberán cumplimentar un protocolo que les exige que los socios se muevan y permanezcan en burbujas, y deberán presentar una declaración jurada cada semana.