“Yo puedo perder la vida, pero la vida no me la pierdo”
(2008, ante la decisión de ser trasplantado)
“Yo puedo perder la vida, pero la vida no me la pierdo”
(2008, ante la decisión de ser trasplantado)
“¡¿Vieron viejos, hasta dónde llegó el nene...?!!”
(2006, cuando pidió dos asientos vacíos para su padres Nina y Vicente, fallecidos,
en el homenaje que le tributó el Senado de la Nación)
“Tengo un beso encadenado entre mis labios y la llave de ese beso está en tu
boca”
(Frase con la que Sandro abordó a Olga, su última esposa, por teléfono. Ella le
cortó)
“Mi vida privada es como la de cualquiera y basta con que yo y mi gente sepamos la
verdad”
(2000, sobre su siempre misteriosa vida amorosa y los inventos de la prensa)