Un joven de 18 años fue asesinado de un balazo ayer a la mañana en un cruce del barrio La Tablada por dos motociclistas en el desenlace de una discusión por motivos que al cierre de esta edición no habían sido precisados por los investigadores. En rigor, acerca de los autores del crimen ayer había dos versiones. Por un lado, una alta fuente de la Jefatura de la Unidad Regional II señaló que quien abrió fuego es un hombre que llegó a la escena del homicidio acompañado de una mujer. Sin embargo, una testigo del suceso indicó que los agresores eran dos sujetos que se movilizaban en una moto. Hasta anoche, los presuntos autores del asesinato no habían sido localizados por la policía.
El ataque ocurrió cerca de las 8.30 de ayer en la esquina de bulevar Seguí y Chacabuco. A esa hora y en ese lugar, según señaló un vocero policial, Mario Gabriel González se encontraba con dos amigos. De pronto aparecieron los agresores a bordo de una moto y uno de ellos se bajó del rodado y comenzó a discutir con el muchacho de 18 años. En medio de la disputa, el recién llegado extrajo un arma de fuego y le disparó un balazo que le atravesó el hombro izquierdo y le perforó uno de los pulmones.
Malherido, González corrió unos cincuenta metros por la vereda y se derrumbó en el pasillo de una pensión de Chacabuco al 3600 ante el estupor de algunos vecinos que ya estaban tomando mate en la vereda. "La muerte se produjo a raíz de un edema pulmonar que le provocó una broncoaspiración", explicó una alta fuente de la policía rosarina.
Una vez perpetrado el ataque los agresores se esfumaron. Al lugar del hecho acudieron efectivos policiales de la comisaría 16ª y de la sección Homicidios quienes sólo pudieron localizar a uno de los acompañantes de González porque el otro ya se había marchado. "Como estaba borracho no pudo decir nada", explicó el portavoz consultado.
Una vecina de Chacabuco al 3600 presenció el suceso. La mujer, de 52 años, explicó que González estaba con dos amigos en la esquina de Chacabuco y bulevar Seguí cuando arribaron dos hombres en una motocicleta plateada.
Según relató, la mujer observó la escena previa al disparo fatal cuando uno de los recién llegados desenfundó un arma de fuego. Asustada, se metió en su casa y una vez allí escuchó los tiros. Unos segundos después, salió al pasillo de su vivienda y vio el cuerpo sin vida de González.
Sin motivos. Hasta anoche los investigadores no habían determinado la motivación del crimen. Sólo sabían, tras el resultado de la autopsia, que el proyectil que atravesó el cuerpo del muchacho fallecido es de calibre 22.
González vivía en Cepeda al 3600 y tenía un antecedente por hurto del 12 de junio del 2011 cuando todavía era menor.
Ayer al mediodía, quienes viven en ese sector del barrio La Tablada parecían haber pactado un acuerdo para no abrir la boca. Algunos vecinos coincidieron en decir que no conocían detalles del crimen.
"No sabemos nada lo que pasó. Solamente nos enteramos de que el pibe (por González) no vivía acá", dijo un hombre cuarentón con voz ronca.