El empresario Alfredo Pesquera, quien estuvo imputado y luego absuelto en 2000 por la muerte del cantante Rodrigo Bueno y que desde anteayer era buscado acusado por el crimen del financista Miguel Angel Graffigna, asesinado este año en la Capital Federal, fue hallado muerto de un disparo dentro de su camioneta.
Fuentes policiales confirmaron que el cuerpo de Pesquera estaba dentro de su camioneta BMW X6 negra estacionada en la zona norte de la ciudad de Buenos Aires, presentaba un disparo y un arma fue hallada en el piso junto a él, por lo que la principal hipótesis es que el empresario se suicidó.
Sobre el empresario pesaba una orden de captura nacional e internacional puesto que la policía sostenía que había matado al financista Miguel Angel Graffigna porque le reclamaba una deuda que no podía pagar. El juez de instrucción porteño Javier Ríos había ordenado su detención.
El magistrado se basó para esta decisión en una investigación de seis meses que llevó adelante la fiscal María Paula Asaro, en la que un GPS, un cabello y la compra de un arma eran las principales evidencias.
Graffigna fue asesinado el 7 de junio de un tiro en la cara dentro de Peugeot RCZ estacionado en Fraga al 1300, esquina Heredia, del barrio porteño de Villa Ortúzar.
Según la investigación, mediante el GPS del auto de Graffigna se determinó que en la puerta del entonces domicilio de Pesquera, en la calle Tronador, había resultado ser el último lugar donde el financista había parado poco antes de estacionar a 15 cuadras donde fue asesinado.
Dentro del auto se encontraron manchas de sangre y gran cantidad de papeles revueltos en el habitáculo y en el baúl. Graffigna estaba recostado sobre el asiento del acompañante y presentaba signos de haber sido golpeado además de baleado.
Vecinos del barrio afirmaron haber escuchado disparos alrededor de las 2 de la madrugada.
Cientos de llamadas, mensajes y correos electrónicos, más documentación hallada en el baúl del auto de la víctima, permitieron a la fiscal Asaro acreditar que Graffigna, además, administraba negocios del empresario y luchador Jorge "Acero" Cali.
De acuerdo a lo recabado por la fiscal, el financista le propuso a Pesquera que aportara dinero para un espectáculo que Cali tenía previsto montar en el Luna Park y de esta manera comenzar a saldar una deuda.
La sospecha de los pesquisas es que Pesquera se negó a desembolsar ese dinero y no descartan que al comunicárselo a Graffigna se haya tensionado la relación.
En tal sentido, los investigadores consideraron llamativo que el financista hubiese comprado días antes de su crimen una pistola Glock, calibre 40, la que nunca se halló.
Precisamente, un arma de esas características fue la utilizada en el crimen, por lo que los investigadores creen que la noche del 7 de junio Graffigna fue armado a encontrarse con Pesquera para reclamarle la deuda.
No se descarta que, en medio de una violenta discusión, Pesquera le haya arrebatado el arma al financista y lo asesinara de un balazo en el rostro.
Una vaina del arma homicida fue hallada en el interior del auto, donde también se encontró un cabello, cuyo ADN debía ser comparado con el imputado ahora fallecido.
La fiscal, el juez Ríos había ordenado la captura de Pesquera y un allanamiento en un domicilio donde se cree pudo habitar, en La Pampa 3080, del barrio porteño de Belgrano. Desde que se había cometido el crimen, el empresario se había mudado cuatro veces.
Pesquera se hizo conocido cuando lo acusaron de haber causado el accidente en el que el 24 de junio de 2000 el cuartetero Rodrigo y el actor Fernando Olmedo, hijo del fallecido humorista Alberto Olmedo, murieron tras una vuelco en la autopista Buenos Aires-La Plata.
En el juicio oral de 2001, Pesquera finalmente fue absuelto por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Quilmes, al entender que una mala maniobra de Rodrigo fue la que ocasionó el accidente.Pero en febrero de 2007, fue condenado por la Justicia de La Plata a un año y cuatro meses de prisión por "estafas reiteradas".