La canasta de gastos de un hogar rosarino de clase media aumentó 24,04% en diciembre, hasta ubicarse en $664.910,77. En un año, el incremento fue de 190,52%, según informó el Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (Cesyac).
La canasta de gastos de un hogar rosarino de clase media aumentó 24,04% en diciembre, hasta ubicarse en $664.910,77. En un año, el incremento fue de 190,52%, según informó el Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (Cesyac).
En vísperas de que se conozca un nuevo dato de inflación del Indec, la entidad rosarina difundió su relevamiento mensual sobre la evolución del costo de la canasta de gastos rosarinos. El sondeo muestra, dentro de un año de sostenidos aumentos de precios, el impacto de la devaluación y la liberación de precios en el último mes del año.
De los casi $665 mil que debió gastar la familia rosarina con dos hijos para comer, vestirse, educar a los hijos, mantener el auto, alquilar, atender la demanda de salud y gozar de una mínima recreación, entre otras cosas, $336.374,18 corresponden a las erogaciones para adquirir productos de consumo masivo, y $325.536,59 para el pago de servicios básicos para el hogar.
“Diciembre fue un mes muy difícil con una suba del 24% que hizo que el año cerrar con una canasta de $664.190 lo cual explica que en 2023 experimentamos una suba del 190%. Desde la perspectiva de los jubilados la suba fue un poco menor, se ubicó en el 162% pero no deja de ser un porcentaje dramático. Se tratan de números inéditos”, puntualizó Ignacio Pandullo, coordinador del Cesyac, durante la presentación del informe.
En rigor, recordó que enero de 2023 la canasta que releva la entidad se ubicaba en $228 mil y el año termina en $664.190. “Esto habla del espiral inflacionario que tuvimos el año pasado que se dio en forma muy marcada el último mes“, señaló.
Los precios de los bienes anotaron las mayores subas: casi 67% en productos de limpieza, 44,7% en comestibles envasados, 35,21% en carnes y 33,45% en bebidas. En los servicios, el incremento más fuerte de marzo se lo llevó el transporte (46,20%). Muy de atrás le siguieron el precio del alquiler (1,23%) y los servicios para la vivienda (1,09%). Se estima que ambos rubros se calentarán durante el transcurso del verano. Los servicios para las personas tuvieron subas de 7,83%. El caso salud ya dio una muestra, con una suba de 11,51% en el gasto de la medicina prepaga.
La movilidad fue un factor crítico en la canasta de erogaciones de diciembre para un hogar rosarino. La nafta se llevó un 64,27% más que en noviembre y el seguro automotor un 56%. El boleto de colectivo demandó 29,73% más.
Los que menos subieron fueron telefonía fija y móvil, y cable e Internet (4,50%), y la TGI (6,97%). La cuota del club representó un 10% más.
“En diciembre tuvimos subas muy importante en alimentación, del 44% para productos envasados y del 35% para la carne, en medicamentos subas del 11% y prepagas del 15%, además de productos de limpieza que hubo subas del 66%. También hubo una suba muy importante de combustibles del 65% que llevaron a un combo inflacionario explosivo”, remarcó Pandullo al tiempo que agregó: "Estamos hablando de un porcentaje altísimo y de números de aumentos que antes eran anuales. cuando hablamos de comestibles envasados con una suba del 44% en diciembre, antes era el resultado anual”.
El coordinador del Cesyac destacó que “el rubro de la alimentación estuvo muy comprometido por la inflación” y explicó que mientras la canasta 2023 registró una suba “muy alta del 190%” si se pone el eje en alimentos “la suba del 2023 se ubica en 238%”.
La familia rosarina en cuestión gastó $105.003,26 para comprar carne en diciembre, $ 42.709 para adquirir frutas y verduras y $ 28.040 para hacerse de productos de limpieza. Y destinó también $ 91.318,37.
La evolución de los costos no fue mucho mayor en diciembre que en noviembre, donde los precios se dispararon luego del balotaje presidencial, que confirmó la victoria de Javier Milei como presidente. A un panorama complicado en materia inflacionaria, se sumó la caída de hecho de los acuerdos de precios y los primeros aumentos de los combustibles.
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La señal de liberación para los aumentos se consolidó en diciembre, luego del salto cambiario del 118%, y continuaría en el verano con los aumentos de “segunda ronda” por la suba de combustibles y por la actualización de las tarifas de servicios públicos.
En la comparación interanual, el gasto familiar en productos de consumo masivo aumentó 283,06% y los servicios del hogar 130,78%.
A modo de cierre Pandullo consideró que las perspectivas para enero no son muy alentadoras. “No vemos para enero una desaceleración de la inflación, vemos las góndolas de los supermercados que los precios aumentan día a día, vemos que se vienen subas de los servicios y eso va hacer que la inflación este lejos de menguar en su velocidad”, subrayó.