El gobernador Omar Perotti tomó distancia del presidente Alberto Fernández y rechazó las suspensión de las exportaciones de carne por 30 días. “La solución es aumentar la producción y no cerrar las exportaciones”, dijo. Al mismo tiempo, criticó los “cambios en las reglas de juego” y las “soluciones que no funcionan” para resolver el dilema entre la exportación cárnica y el acceso razonable al consumo interno.
En defensa de la agroindustria, Perotti abandonó su cautela para cuestionar la medida de Fernández, con quien hace pocas semanas compartió un acto en el que la Nación anunció inversiones en obra púbica por más de $ 70 mil millones. Argumentó que “la ganadería genera trabajo, inversiones y tiene un inmenso potencial”.
Su ministro de Producción, Daniel Costamagna, agregó en declaraciones radiales que la ganadería tiene que ver con el desarrollo en el territorio provincial. En la provincia trabajan los principales frigoríficos exportadores del país, una decena de establecimientos que son responsables del 45% de las ventas nacionales al exterior. Entre enero y diciembre de 2020, según el Ipec, exportó por unos u$s 715 millones. Con una faena de alrededor de 200 mil cabezas mensuales, Santa Fe representa el 18% de la producción nacional de carne vacuna.
Un dato que no pasa desapercibido por el gobierno provincial es que el sector frigorífico fue un actor importante del paquete de as inversiones por $ 142 mil millones en inversiones que se anunciaron el año pasado en Santa Fe.
Aunque no necesariamente es un efecto causal, la propia conducción del ministerio expresa la importancia del sector. El mismo Costamagna es productor ganadero y el secretario de Agricultura, Jorge Torelli, viene de la industria cárnica.
"La provincia tiene el segundo stock ganadero del país y es responsable de poco menos de la mitad de las exportaciones" "La provincia tiene el segundo stock ganadero del país y es responsable de poco menos de la mitad de las exportaciones"
El titular de Producción elogió el apoyo del gobierno nacional a la provincia en materia económica y sanitaria, pero en el conflicto de carne se distanció. También lo hizo de la protesta impulsada por la mesa de enlace. En cambio, llamó a concertar medidas entre los distintos sectores para atender el mercado interno sin afectar las ventas al exterior. Celebró las medidas para favorecer el cuarteo y también llamó la atención sobre los hábitos de consumo. “Hay muchos lugares en los que se consigue asado de exportación a 500 kilos, pero acá hay mucha costumbre de carne de ternera”, dijo.
Impulsadas por la demanda china, las ventas al exterior saltaron hasta participar del 25% de la producción. El consumo interno, en cambio, cayó 10 kilos por habitante por año en el último lustro.
Mientras el gobierno nacional asumió en la pandemia el protagonismo de sostener la demanda en la provincia a través del gasto social y la obra pública, la administración provincial se posicionó “del lado de la oferta”, garantizando que las empresas el trabajo en la pandemia y acompañando el proceso de reactivación en la industria y el agro. Allí parado, Perotti le dijo a Alberto que la solución de fondo es “aumentar la producción y no cerrar las exportaciones”.
Con el 11% del stock bovino nacional, la ganadería atraviesa como actividad el territorio de la provincia. Según el Censo Nacional Agropecuario de 2018, hay 4,4 millones de cabezas distribuidas en 10.500 explotaciones. A principios de siglo, cuando se realizó el censo anterior, había 6.147.587 cabezas repartidas en 17.317 explotaciones. Es decir que en 16 años se redujo el 28% del stock pero el casi el 40% de los establecimientos. Se trata de 6.883 productores menos, una cifra que adquiere una dimensión especial si se tiene en cuenta que en el mismo período se cayeron cerca de 8.300 explotaciones agropecuarias en total en la provincia de Santa Fe.
La provincia mira ese mapa productivo. La Nación pone la mira en la urgencia de frenar la inflación en un país con 42% de pobreza.