Pese a la inflación, las restricciones cambiarias y el modo ajuste en que entró la política económica nacional, la actividad industrial mostró crecimiento hasta el tercer trimestre del año. Así lo subrayaron funcionarios provinciales y municipales, y dirigentes empresarios durante el brindis de fin de año de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe). El presidente de la entidad, Víctor Sarmiento, señaló que, “sin soslayar las dificultades coyunturales” no se puede ocultar que el sector lidera la expansión de la economía. Y recordó. “Hay que ser conscientes de dónde venimos, cuando asumí en 2019 cerraban fábricas todo el tiempo y los negocios financieros eran más importantes que los productivos”.
La reunión de fin de año de Fisfe apuntó a dar una fuerte señal de unidad empresaria. Fue organizada en conjunto con la Federación Gremial de Comercio de Industria (Fecoi), la Asociación Empresaria (AER) y la Unión Industrial Región Rosario (Unirr). “Esta es parte del trabajo conjunto encarado por las gremiales empresarias que ya no son de defensa sectorial sino de defensa de la producción”, señaló Edgardo Moschitta, de Fecoi. El secretario general de la Asociación Empresaria, Alejandro Lacámara, también resaltó la expresión de unidad.
Mariano Ferrazini, de Unirr, destacó que “más allá de una coyuntura compleja, la política industrial hoy tiene un Norte”. Destacó que la industria trabaja a más del 65% de su capacidad instalada y pidió “no volver a caer en el péndulo”. Roberto Cristiá, de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (AIM) de Rosario completó el concepto: “El programa Santa Fe de Pie permitió que muchos empresarios tomarán créditos para invertir, equiparse y expandirse”. El también titular de la fábrica de electrodomésticos Crivel expuso que, en su caso, “la primera cuota del crédito equivalía a 135 ventiladores y la que pagamos recientemente a 83”. Eso, señaló, es “el resultado de las políticas públicas”.
A través de la central fabril que los nuclea en la provincia, los industriales santafesinos vienen bancando el modelo productivo desplegado en los últimos tres años. Y, en un contexto complejo, Sarmiento resaltó los indicadores de actividad y arengó: “Tenemos fuerza para resistir cualquier embate que los poderosos quieran hacer”.
El gobernador Omar Perotti apeló a la “responsabilidad de todos” para “hablar de los buenos indicadores”. Subrayó, en ese sentido, que el Gran Rosario tiene la menor tasa de desocupación de los últimos cuarenta años, y que, hasta septiembre, el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec) reportó cifras positivas de producción industrial, con crecimiento de 1,9% interanual”.
“Aun con los problemas macroeconómicos, la actividad mantiene un proceso de crecimiento muy fuerte, con apenas alguna desaceleración”, dijo. Y aunque admitió que la política de control de la inflación implica adoptar “medidas que tienen a reducir la actividad” aseguró que el gobierno provincial “estará ahí para acompañar”. En ese sentido, destacó que prácticamente ya se monetizó casi la totalidad del programa de financiamiento acordado con el Banco Nación por $ 26.500 millones. En la provincia están a la espera de algunas novedades nacionales en materia de asistencia.
El mandatario provincial resaltó las obras de infraestructura que se llevan adelante en Santa Fe para mejorar las condiciones de inversión productivas, mientras que el intendente Pablo Javkin destacó los efectos de la ordenanza de promoción de suelo industrial. “Entre enero de 2021 y octubre de 2022 se presentaron 66 emprendimientos industriales por ampliación, relocalización y nuevos desarrollos”, dijo. Recordó las obras que permitieron abrir la nueva zona industrial en el acceso de la autopista a Córdoba y aseguró que avanza firme el proyecto de crear un área fabril en el acceso por la autopista a Buenos Aires.
“La situación macro no es lo que más nos ayuda pero la actividad en la región, que es el primer departamento industrial del país, sigue creciendo”, dijo. Y advirtió: “Cuando dejamos de ser una ciudad con industria, se rompió el tejido social”.
Los referentes de la industria santafesina comparten la necesidad de sostener este proceso. “Las anteriores políticas de desindustrialización nos hicieron perder 23 mil empresas y 230 mil puestos de trabajo”, dijo Sarmiento, quien subrayó el trabajo día a día que realiza la central fabril para resolver los problemas que se presentan para la importación de insumos importados. Explicó que se resolvieron más de 125 casos que afectaban a las industrias santafesinas y reclamó equilibrio. “Algunos que tienen espaldas se stockearon fuertemente y eso generó desabastecimiento para muchas pymes que no hoy no pueden conseguir un kilo de chapa”, se quejó.
Las nuevas medidas económicas del gobierno nacional para cuidar las reservas e inducir una desaceleración controlada de la actividad, impulsan la venta de stocks por parte de las empresas que adelantaron compras en la primera parte del año. “Por ahora se están consumiendo stocks, hay que ver cómo impacta esto en el primer trimestre del año”, dijo Moschitta, de Fecoi. Más allá de las restricciones, consideró que es un “buen cierre de año para el sector”.
El fantasma que recorre la economía regional es, hoy, el de la sequía. Tras un invierno y una primavera con seca y heladas, que destruyó el trigo, la inclemencia climática no encuentra límite y amenaza la campaña gruesa y la ganadería. “Indudablemente la industria y el campo están muy ligados y una situación como la que se puede afectar mucho, habrá que trabajar en conjunto con las autoridades para minimizar el daño”, señaló.