La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) empeoró el pronóstico para la economía argentina en 2024, tras el plan de ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Milei. El organismo ve ahora una fuerte caída del 3,6%, desde el 3,1% que había estimado hace unos meses.
La Cepal empeoró sus proyecciones económicas para toda América latina y el Caribe. La estimación de crecimiento pasó de 2,1% a 1,8%, por un “contexto internacional incierto”. Se espera que “continúe con una trayectoria de bajo crecimiento” determinado “por un elevado nivel de inflación y tasas de interés que se mantienen altas a nivel mundial”, sostuvo la Cepal en un informe.
Al mismo tiempo, advirtió que esta situación “puede verse agravada por una posible exacerbación de las tensiones geopolíticas y comerciales, así como por el empeoramiento de los efectos del cambio climático”.
En el plano regional, la Cepal aseguró que el crecimiento “se ve obstaculizado por una pérdida de poder adquisitivo de los hogares” y por “la postura restrictiva de la política monetaria”, con tasas altas de interés que afectan la demanda interna y también desincentivan la inversión.
Según el informe, en la década 2015-2024, los países de América latina mostraron un crecimiento económico bajo, con una tasa promedio del 0,9%. La Cepal proyecta un crecimiento de la región para 2025 de 2,3%.
Para Brasil, la mayor economía regional, la Cepal mantiene para este año una proyección de 2,3% de expansión del PBI. La proyección de Colombia también se mantiene igual, en 1,3%.
República Dominicana y Venezuela encabezarán el crecimiento, con 5,2% y 5%, respectivamente. Chile crecerá 2,6%, Perú 2,6%, Costa Rica 4%, Nicaragua 1,9% y El Salvador 3,55%.
“Enfrentar la trampa de crecimiento, aumentar el empleo y crear empleos de mayor productividad requiere el fortalecimiento de las políticas de desarrollo productivo que sean complementadas con políticas macroeconómicas, laborales, y de adaptación y mitigación al cambio climático”, enfatizó el secretario ejecutivo del organismo.
Los principales resultados del estudio de la Cepal indican que “existe una estrecha relación entre el crecimiento y la creación de empleo a nivel agregado y sectorial, por lo que la desaceleración observada en la tasa de crecimiento de la economía se tradujo en una caída de la tasa de crecimiento del número de ocupados en la última década”.
Entre 2014 y 2023, el crecimiento promedio del número de ocupados de la región fue del 1,3%, un tercio del registrado en la década de 1970 (3,9%). Asimismo, se verificó una caída de la productividad laboral, que en 2024 se estima será inferior a la registrada en 1980.
El crecimiento de la ocupación se explica principalmente por el aumento del empleo informal, en particular de las mujeres. La informalidad se concentra en los sectores de menor productividad, especialmente construcción, comercio, transporte/turismo y servicios (que en conjunto abarcan el 74,4% de los ocupados informales).
Al respecto en la Argentina el empleo registrado continúa en contracción y crece el nivel de suspensiones en las empresas, según reveló la Secretaría de Trabajo de la Nación.
Despidos y suspensiones
La población con trabajo registrado en el total del país alcanzó los 13,211 millones de personas en mayo, lo que implica que la cantidad de personas con trabajo registrado cayó un 0,2% frente al mes previo. Es decir, 22.180 personas dejaron de tener un empleo formal, de acuerdo a lo reflejado por el Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa).
En esa línea se exhibieron los datos de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), que arrojó que el nivel de empleo privado registrado en empresas (de más de 10 personas ocupadas) del total de los aglomerados urbanos relevados presentó una contracción de 0,2% en junio frente al mes previo.
Por el lado de las suspensiones, el trabajo refleja que “el empleo suspendido muestra una tendencia creciente en el último año”, revelando que “en junio alcanzó a 1 de cada 100 trabajadores”, asegurando que “solo durante los meses de junio afectados por la pandemia las suspensiones tuvieron un mayor nivel al actual”.
Al respecto, especificó que “el porcentaje de empresas que aplicaron suspensiones fue del 5,9% en junio de 2024, el registro más alto del último año y similar a los años previos a la pandemia”.
En relación a las expectativas netas de las empresas respecto a la contratación de personal para los próximos tres meses, la EIL muestra “un repunte significativo con relación al mes pasado”, ya que “en esta ocasión, del 3,6% de las empresas que esperan tener cambios en su dotación de personal, el 2,3 espera aumentarla y el 1,3 espera disminuirla, resultando unas expectativas netas que ascienden a casi el 1%”.