El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró ayer que el gobierno aspira a tener cerrado el acuerdo del nuevo programa de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) antes de mayo próximo, de manera de poder encarar las negociaciones con el Club de Paris por el vencimiento de u$s 2.400 millones.
El presidente Alberto Fernández había señalado, en el marco del Foro Económico de Davos, que “el diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) está en marcha y es muy constructivo” al tiempo que subrayó que la titular del organismo multilateral, Kristalina Georgieva, “cree en nosotros y hace muy bien en creernos”.
“Nos resultaría aceptable finalizar estas negociaciones antes de la fecha límite con el Club de París, en mayo de 2021”, dijo Guzmán en declaraciones al portal internacional Latin Finance Connect.
Guzmán consideró que resultó “muy importante crear sentido común a nivel internacional sobre lo que Argentina necesitaba” al momento de renegociar una extensión de plazos para pagar los casi u$s 100.000 millones de deuda que el gobierno restructuró con acreedores privados, tanto locales como extranjeros.
“En este sentido, el compromiso con el FMI fue constructivo y positivo, y el apoyo de varios de los países del G-20 también fue muy importante”, destacó.
Variables macroeconómicas
En el aspecto fiscal, donde Argentina mostró el año pasado un déficit de casi 15 puntos del PBI entre el resultado primario y el financiero, “nuestro entendimiento común es que la recuperación económica es una condición necesaria para la estabilización. Y, al mismo tiempo, la sostenibilidad fiscal es un pilar de la estabilidad económica”.
Guzmán reiteró que “el Estado juega un papel importante para posibilitar la recuperación económica”, que para este año se proyecta en el 5,5%, dijo el Ministerio a través de un comunicado, una proyección a la que calificó de “prudente”.
"El Estado juega un papel importante para posibilitar la recuperación económica "El Estado juega un papel importante para posibilitar la recuperación económica
En el frente externo, “debe haber acumulación de reservas, de manera que el país construya resiliencia para modificar los estrictos controles de capital que tenemos hoy”.
“Queremos pasar a un sistema de regulaciones macroprudenciales que fomente la inversión en la economía real y desaliente los flujos de capital desestabilizadores que están más relacionados con las oportunidades del carry trade”, advirtió el ministro.
Para Guzmán, el programa anterior llevado a cabo durante la presidencia de Mauricio Macri “era de baja calidad, se basaba en el hecho de que una política fiscal contractiva ayudaría a restaurar la confianza y una política monetaria contractiva sería suficiente para resolver el problema de la inflación en Argentina. No vamos a repetir eso”, subrayó.
“Un programa de alta calidad es un programa que ayude a Argentina a restaurar la actividad económica, el crecimiento económico, y que lo haga de una manera que sea sostenible”, aseguró.
Por otra parte, dijo que la caída de la actividad que se registró en 2020, debido a la pandemia de coronavirus será más acotada. “Inicialmente habíamos previsto una caída del PIB del 12,5%. Ahora sabemos que la disminución será menor que eso, por lo que la variación del PBI estará más cerca del 10% que del 12,5%. Eso establece una base más alta, un mejor punto de partida para 2021”, dijo Guzmán.
El ministro planteó que cuando se mira la variación interanual de la tasa de actividad económica en 2020, “ha ido creciendo” en los últimos meses“ y es una tendencia positiva, ”aunque todavía está por debajo de hace un año”.
También aseguró que “si hoy no existieran controles de capital, la presión sobre el tipo de cambio oficial conduciría a una mayor tasa de depreciación, y eso tendría efectos sobre la inflación y, por tanto, sobre los salarios reales y, por tanto, sobre la demanda agregada y sobre la actividad económica”.
“No nos gustan los controles de capital, pero para modificarlos y evitar un mal peor necesitamos construir resiliencia a través de la acumulación de reservas extranjeras, y eso es lo que está pasando ahora en la economía”, concluyó el ministro.
Inversiones y comercio exterior
Por su parte, el secretario de Industria, Ariel Schale, proyectó para 2021 un superávit comercial de u$s 10.000 millones, en un contexto en el que las exportaciones están supeditadas a la evolución del comercio internacional y de la pandemia.
El funcionario visitó ayer la planta de la empresa Visuar, en el parque industrial de Cañuelas, que fabrica en el país electrodomésticos marca Samsung.
Se desplomó toda la actividad de promoción comercial, lo que generó un comportamiento bastante estático de las exportaciones de nuestras pymes industriales. Por delante vemos prácticas comerciales en donde se se va a hacer cada vez más difícil toda estrategia de inserción en mercados internacionales”, acotó el funcionario.
Enfatizó que “esta batalla comercial es finalmente la manifestación de la batalla por los mercados de trabajo”.
El funcionario dijo que desde la Cancillería se proyecta “un esquema de exportaciones y de promoción comercial muy fuerte” y que están “muy atentos la evolución de las decisiones de política comercial de nuestros principales socios comerciales”.
“Argentina atraviesa un serio problema de restricción externa, producto de los endeudamientos del gobierno anterior, por lo que es necesario un mecanismo de coordinación y asignación de divisas que permita un uso correcto de esos recursos escasos, que para nosotros implica que los dólares van a estar destinados a insumos de producción y bienes de capital”, concluyó Schale.