El proyecto de ley que modifica el impuesto a las ganancias, y que había sido sancionado favorablemente el martes por la Cámara de Diputados, obtuvo dictamen de mayoría en una reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, por lo que está listo para ser debatido en el recinto de sesiones desde la próxima semana.
De hecho, el presidente del interbloque oficialista, el formoseño José Mayans, anticipó que la intención es sancionarlo el jueves que viene.
El proyecto enviado por el Poder Ejecutivo crea un nuevo impuesto sobre los ingresos a partir del equivalente a 15 salarios mínimos, vitales y móviles (SMVM) al mes, con una alícuota progresiva sobre el excedente, que va de 27% a 35% y se actualiza con el valor del piso salarial dos veces por año.
Además, establece que quienes obtengan los mayores ingresos tendrán derecho a deducir únicamente, en concepto de mínimo no imponible, la suma equivalente a 180 salarios mínimos, es decir 15 salarios mínimos al mes.
A partir de ese piso se deberá pagar un 27% sobre el excedente. Entre más de 15 y 36 salarios mínimos, se pagará el equivalente a 3,2 salarios, más un 29% sobre el excedente. Entre más de 36 y 60 salarios mínimos, se pagará 10,20 salarios mínimos, más un 31% sobre el excedente. Y entre más de 60 y 84 salarios mínimos, se pagará 17,64 salarios mínimos más un 33% sobre el excedente. En el caso de 84 salarios mínimos, se pagará 25,56 SMVM más un 35% sobre el excedente.
La recaudación en provincias
Un estudio del Instituto de Análisis de la Realidad Fiscal (Iaraf), la aplicación del programa “Compre sin IVA” permitirá a las provincias cerrar el 2023 con mayor recaudación de impuestos y, así, más que compensar la pérdida de recursos por la suba del mínimo no imponible de Ganancias.
En ese sentido, como la Nación absorbe el costo fiscal del programa que reintegra a cerca de 20 millones de personas hasta $ 18.800 por el 21% del valor de compras realizadas en comercios de venta de alimentos, las provincias ganarían recursos.
“Dado que por la reforma de Ganancias, las provincias y Caba perderían 0,06% del PBI de acá a fin de año, si el sistema de Compre sin IVA se aplicara plenamente, saldrían ganando 0,05% del producto, dado que por el reintegro cobrarían un extra de 0,11%”, señaló el documento del Iaraf.
Según el instituto, un factor clave que podría potenciar este diferencial positivo para las provincias es si el programa llegara a impulsar que las compras que antes se hacían en efectivo ahora se hagan con medios electrónicos de pago, como tarjetas de débito o aplicaciones bancarias en celulares.
Si el aumento de la formalización de transacciones fuera del 10% _un escenario conservador para el Iaraf_, esto implicaría un incremento de base imponible de impuestos equivalente al 0,3% del PIB en el último trimestre del año.
En ese caso, las provincias y Caba terminarían con un ingreso extra de recursos de 0,08% del PBI y Nación perdería 0,59%.
El informe trabaja bajo el supuesto de que los 20 millones de personas hagan uso pleno del reintegro, esto es, que consuman el reintegro máximo de $ 18.800, lo que implica un adicional de consumos por $ 376.000 millones al mes que cubre la Nación con recursos propios.
Al consumir el reintegro, el fisco nacional, los fiscos provinciales y municipales cobran tributos: un 22% de recaudación conjunta de IVA y Ganancias -provincias y Nación-, un 5% de ingresos brutos provincial y un 3% de Tasa de Inspección Seguridad e Higiene (TISH) municipal.
“Es decir que sobre los $ 376.000 millones mensuales, Nación recauda el 10% (46% de la suma de IVA y Ganancias), provincias el 12% (54% de la suma de IVA y Ganancias), provincias por Ingresos Brutos el 5% y municipios por TISH municipal el 3%”, detalló el documento.
“Si el nivel de uso del sistema de reintegro del 21% de las compras con tarjeta de débito fuera del 60%, las provincias saldrían hechas, ya que la recaudación extra sería de 0,06% del PBI”, afirmó el Iaraf.
Por último, señaló que las ganancias netas para las provincias podrían disminuir si aumentara la inflación, dado que los montos en juego son estables y el PBI nominal podría verse incrementado.
De todos modos, consideró que “en principio seguirían teniendo un ingreso neto positivo”.