Más que fuego amigo, un disparo a sangre fría. El círculo rojo de la economía le picó el boleto al programa que puso en marcha Luis Caputo en diciembre. Con el FMI al frente, lo emplazaron a encarar una nueva fase, con liberación del cepo y devaluación incluidos. El desembarco de su rival Federico Sturzenegger en el gabinete consolida esta avanzada.
“El plan económico de Caputo va llegando a su fin, sin el ingreso de nuevos dólares que hagan sostenible el ancla cambiaria, se baraja como alternativa un programa económico más ligado al perfil de Sturzenegger, coincidente con lo recomendado por el FMI”, sentenció el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) en su último informe de coyuntura.
En su último documento técnico, el Fondo sugirió eliminar el “cepo” y modificar la política cambiaria hacia un esquema de libre flotación. Una política que, como apunta el centro de estudios, en Argentina “suena a devaluación”. Es una jugada arriesgada. “Bajo el argumento de que la disciplina fiscal es suficiente para contener el dólar, este camino puede terminar disparando las tasas de inflación e hiriendo de muerte al proyecto político libertario”, alertaron. Lo que tienen claro es que el FMI jugará “un rol de juez en esta disputa por el mando económico”, a través de la decisión de “otorgar o no nuevo financiamiento” y de “las condicionalidades exigidas”.
Fin del verano de Economía
En un informe publicado por el departamento de informaciones y estudios económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, Julio Calzada y Bruno Ferrari repasan, repasaron esta transición, que partió de un “escenario muy complejo”, que el gobierno nacional enfrentó “haciendo foco en el balance del Banco Central”, y “con una fuerte devaluación oficial y una serie de medidas adicionales, como la generalización de un dólar blend para exportar, el aumento del Impuesto País y la configuración de un esquema que frenó los pagos de importaciones de corto plazo”.
Con el objetivo de reducir los pasivos remunerados y recuperar efectividad en el manejo de la tasa de interés, recordaron, se bajó la tasa de política monetaria y se generaron incentivos para que los bancos se desprendan de los pasivos remunerados que estaban en el BCRA y suscriban letras de corto plazo (Lecaps). Un “simple pase de manos de deuda de corto plazo” que, no obstante, encierra una “apuesta a que funcione el ancla fiscal, en un contexto en el que, al final del camino, se paga una tasa de interés y se está aumentando la deuda”. Cuando el Banco Central comenzó a comprar cada vez menos reservas, a pesar del cepo cambiario y en un momento del año en que la oferta es más amplia, el panorama se oscureció. “Poco a poco vuelve a aparecer la necesidad de dólares y el riesgo país no termina de caer para que Argentina pueda volver a los mercados de crédito”, describieron los economistas de la Bolsa.
El viernes de la semana pasada, luego de un día agitado, el ministro de Economía y el presidente del Banco Central anunciaron que profundizarán esa migración de pasivos, en busca de la emisión cero, reforzando la obligación de avanzar en el ajuste fiscal. En momentos en que la recaudación cae en picada.
Jorge Vasconcelos, economista jefe de la Fundación Mediterránea, advirtió que el gobierno “estará obligado a endurecer la política fiscal” para sostener esta salida y sugirió que “debería explicitarse cómo la mayor carga de intereses que habrá de enfrentar el sector público no habrá de complicar el cumplimiento de las metas fiscales”.
Según el staff report del FMI, el stock de los pasivos del sector público nacional en moneda doméstica promedia el 37,2% del PBI. En el informe también se proyectan en el equivalente a u$s 54 mil millones de dólares las necesidades de financiamiento del Tesoro para 2025. “Estos números se están recargando por el traspaso de los pasivos remunerados, equivalentes a unos 3,7 puntos del PBI”, agregó.
En moneda dura, los vencimientos hasta fin de año suman algo más de u$s 8 mil millones y para 2025, vencen u$s 14 mil millones de deuda pública externa sin cobertura a la vista. “El escenario de manta corta dista de haber sido superado”, apuntó Vasconcelos.
De hecho, tras la acumulación posterior a la devaluación de diciembre, el estado de las reservas comenzó a mostrar que el Banco Central no está del todo vestido. El Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (Mate) explicó que “las reservas crecieron más de u$s 7.000 millones desde que asumió Milei pero si no se hubiera postergado el pago de las importaciones realizadas en el período, el resultado habría sido parecido pero de signo opuesto”.
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El sector externo se mostró más frágil de lo esperado por el gobierno, a pesar de la mejor cosecha. El saldo negativo de junio en la compra venta de dólares por parte del Banco Central, junto con la ampliación de la brecha cambiaria, puso además sobre el tapete el mecanismo del “blend”, por el cual se destina el 20 % de las exportaciones a alimentar el mercado libre de cambios, restando oferta de divisas en el mercado oficial. “Casi u$s 7.600 millones, el equivalente a tres cuartas partes del superávit comercial del período, se canalizaron por el mercado libre”, subrayaron desde el Ieral.
Las huestes mediterráneas ven una forma de “salir por arriba” de este laberinto. Y se remiten a la propuesta de su padre fundador, Domingo Cavallo, que propone levantar el cepo en el segmento financiero del mercado de cambios y disponer, al mismo tiempo, que el 100% de las exportaciones se canalicen por el mercado oficial, el que se mantendría con restricciones. Ese paso se complementaría con un ajuste del tipo de cambio para comercio exterior, que lleve la paridad a un nivel semejante al del “blend”, en torno a los 1.000 pesos, reduciendo al mismo tiempo la alícuota del Impuesto País en 10 puntos. En el centro de estudios admiten, igualmente, que esa resolución “no es neutra en su impacto sobre el nivel de actividad”, que caería 4,1 % en el año, por debajo de la proyección del FMI (-3,5 %).
El invierno tan temido
Para el Ceso, lo que es claro es que la “transición” del programa económico “se da en un escenario en donde las variables económicas de la economía real caen significativamente”. A la caída del salario en el primer semestre del año se le suman un significativo aumento en el nivel de desempleo y caída de la actividad.
Lejos de los brotes verdes que intentó vender el gobierno, la economía mantiene su contracción. El Centro de Economía Política Argentina (Cepa) difundió su monitor temprano de actividad correspondiente al mes de junio. Exhibe caídas interanuales en el patentamiento de motos (-3,7%) y autos (-25,5%), en la producción de autos (-40,2%) y los despachos de cemento (-32,8%), y en la recaudación de contribuciones patronales (-10,7%) e IVA DGI (-13,1%).
Los economistas de Mate no ven “ningún signo de recuperación” y alertaron que “una caída del PBI de más de cinco puntos es un hecho que ocurre pocas veces en una economía”. La inversión encabezó la caída del producto, al derrumbarse 23,4%, pero “por el peso que tiene en el PBI, la principal causa de su caída es del consumo privado, por el empeoramiento distributivo”. Explican, por ejemplo, que la caída del poder de compra durante el gobierno de Milei implicó una pérdida, en promedio, de casi $ 500.000 por trabajador en sólo cinco meses. También que la transferencia por la caída del salario fue de $ 12,4 billones. El desempleo aumentó, sobre todo “en el sector informal y entre las personas jóvenes menores de 30 años”. Y la desigualdad pegó un “salto enorme”. El 10% de la población con mejores ingresos gana 23 veces más que el 10% de la población más pobre. “Un año atrás, esa diferencia era de 19 veces”, agregaron.
¿Este cementerio económico sepultará también a la inflación?. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) espera un repunte del IPC de junio. Para Mate, la desaceleración que se produjo tras el salto inicial del gobierno de Milei “es lo esperado en un contexto de recesión, aumento del desempleo, caída de los salarios y control de la nominalidad del tipo de cambio”. Sin embargo, el “éxito” es “tan frágil como la situación del sector externo que presiona sobre el dólar”.