El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a los países miembros a coordinar respuestas fiscales frente a la eventualidad de una desaceleración brusca de la economía global.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a los países miembros a coordinar respuestas fiscales frente a la eventualidad de una desaceleración brusca de la economía global.
Al dar a conocer su pronósticos para 2020, el organismo señaló que hay señales de que algunos sectores que venían en caída, como la industria y el comercio, encontraron un piso. Pero alertaron que la recuperación de la economía mundial todavía está entre algodones y enfrenta serios riesgos.
El Fondo pronosticó un repunte del 4,4 por ciento en 2020 para los mercados emergentes, una revisión a la baja de 0,2 por ciento. La principal sombra, continuó el Fondo, es India ya que su crecimiento se desaceleró marcadamente debido a la tensión en el sector financiero no bancario y el flojo crecimiento del ingreso rural. El crecimiento de China, en cambio, fue revisado al alza en 0,2 por ciento, es decir, a 6 por ciento para 2020.
El pronóstico para las economías avanzadas es que el crecimiento se desacelere levemente, de 1,7 por ciento en 2019 a 1,6 por ciento en 2020 y 2021.
Según el FMI, el volumen del comercio mundial subiría 2,9 por ciento y 3,7 por ciento en el año en curso y 2021. aunque ven "incipientes señales de estabilización", los economistas del organismo advierten que los datos macroeconómicos "aún no arrojan señales visibles de puntos de inflexión".
Por eso, recomendaron una cooperación multilateral "más sólida" y una combinación "más equilibrada" de políticas a nivel de los países, de acuerdo al margen de que dispongan. "Los objetivos principales siguen siendo desarrollar la resiliencia financiera, afianzar el crecimiento potencial y fomentar la inclusividad", señalaron.
El Fondo ve "señales preliminares" de que la industria y el comercio tocaron un piso, por las perspectivas de una mejora en la producción de autos y el acuerdo entre China y EEUU. Los servicios, en cambio, siguen expansivos porque el gasto en consumo resiste, "apoyado por un crecimiento sostenido de los salarios" en algunos países. "La política monetaria, prácticamente sincronizada en las principales economías, apuntaló la demanda, y se estima que su contribución al crecimiento mundial es de 0,5 puntos porcentuales tanto en 2019 como 2020", dijeron.
"Dado el nivel históricamente bajo de las tasas y el magro aumento de la productividad, los países que disponen de espacio fiscal deberían invertir en capital humano y en infraestructura, a fin de elevar el producto potencial", señalaron. Y pidieron una "respuesta fiscal coordinada" si "el crecimiento se desacelera drásticamente".