El año arrancó con un recrudecimiento de los conflictos laborales en la región. Este lunes, tras un paro de unas horas en la planta siderúrgica de Villa Constitución, Acindar volvió atrás con el despido de 70 obreros. En San Lorenzo, los obreros aceiteros mantienen paralizada la planta de Vicentin en reclamo al pago de un bono acordado a fin de año. La medida podría extenderse a todo el cordón agroexportador. En tanto, la semana pasada el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por despidos en frigorífico Euro, de Villa Gobernador Gálvez. Además, los sindicatos nucleados en la Federación Sindical, Marítima y Fluvial (Fesimaf) marcharán este martes al Congreso en rechazo a los proyectos de desregulación del transporte fluvial y marítimo.
Tras un paro de unas horas en la planta de Villa Constitución, la siderúrgica Acindar volvió atrás con la decisión de despedir a 70 trabajadores. Sobre un escenario complicado por la caída de la producción, que llevó a la implementación de un régimen de suspensiones, el nuevo foco de tensión se desató a raíz de la decisión de la empresa de sancionar a empleados del sector de trefilado por participar de asambleas y medidas gremiales. La acumulación de sanciones los ponía en situación de despidos
“La intención de despedir a compañeros por cuestiones disciplinarias marca un cambio de actitud de la empresa, quisieron amedrentar a los trabajadores luego del paro de once días que se realizó a fin de año, pero la reacción fue unánime, se paró toda la planta y la empresa dio marcha atrás”, señaló Pablo González, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución.
El conflicto se dio en el marco de una situación compleja para la planta, que durante el año pasado estuvo parada durante varias semanas debido al derrumbe del mercado provocado por la paralización de la obra pública. En los últimos meses, la planta funcionó bajo un acuerdo que habilitaba suspensiones del personal con el pago de hasta el 75% de salario.
Según señalaron desde la UOM, la empresa pretende extender este esquema hasta fin de mes pero con mayores descuentos. Eso requiere de una negociación que se empantanó, en parte, porque el gremio también reclama un aumento salarial.
La paritaria de la rama 21 (siderurgia) está trabada desde hace meses. El último incremento fue pactado a mitad del año pasado.
Con el intento de despidos, la UOM de Villa Constitución tomó nota de un giro en la actitud empresaria, que además planteó en la última reunión paritaria un recorte significativo de costos, además de exigir modificaciones en las condiciones laborales.
Paro en Vicentin
La tensión en la planta de Villa Constitución aporta una cuota de conflictividad al inicio de 2025. En el cordón agroexportador, los trabajadores aceiteros mantienen paralizada las planta de Vicentin por el incumplimiento del pago de la primera cuota de la gratificación 2024 pactada con la agroexportadora. La protesta es con presencia permanente de los trabajadores en las instalaciones.
Desde el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (Soea) advirtieron que, de no resolverse el conflicto a la brevedad, podrían endurecer las acciones gremiales. “Vicentin trabajó todo el año y en 2024 triplicó en actividad del 2023, esto es una jugada política que la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe se pronuncie a favor del acuerdo concursal que ofrecieron a los acreedores”, señaló Daniel Succi, líder del Soea. El dirigente sindical dijo que el gremio alertó que si no hay respuesta positiva seguramente desde el martes las medidas de fuerza “se incrementen en todo el cordón industrial”.
De hecho, la pelea también se extendió a la empresa de biodiesel Explora, que "tampoco abono el día 10 de enero la primera cuota de la gratificación anual extraordinaria", indicó el gremio.
En otro frente de conflicto, el frigorífico Euro SA despidió la semana pasada a más de 70 empleados de la planta de Villa Gobernador Gálvez, conflicto que entró en una tregua a partir del dictado de la conciliación obligatoria.
Marcha de gremios marítimos
Por otra parte, los sindicatos nucleados en la Federación Sindical, Marítima y Fluvial (Fesimaf) marcharán este martes al Congreso nacional en rechazo a las políticas del gobierno nacional que buscan desregular la actividad marítima y fluvial.
“No permitiremos que se desmantele nuestra marina mercante”, advirtieron desde el Sindicato de Conductores y Motoristas Navales de la República Argentina (Siconara) y desde el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu).