He seguido de cerca el debate acerca de cómo resolver los problemas de tránsito en el micro y macrocentro en nuestra ciudad desde las páginas de este diario y me ha llamado la atención algunas declaraciones de concejales y autoridades municipales. Es evidente para mí que, como afirman algunos ediles, las medidas tomadas por el municipio parecen más producto de la improvisación y el desconocimiento que de un plan integral para la zona. Como comerciante con más de 30 años de experiencia he podido observar los efectos de las medidas tomadas en todo este tiempo y realmente no entiendo de dónde sacan las cifras los responsables en el municipio. Muchos negocios se han visto perjudicados por la implementación de los carriles exclusivos, los cambios de parada (de dos a tres cuadras), las restricciones en los recorridos, entre otras medidas. El número de locales desocupados crece día a día. No podemos responsabilizar exclusivamente a este tipo de medidas puesto que hay otros factores, pero no hay duda que la política de la Municipalidad al respecto ha influido negativamente en la rentabilidad de los negocios y, para colmo, no han mejorado un ápice la cuestión del tránsito. Todos hablan de privilegiar al transporte público y al peatón, pero eliminan recorridos en ciertas calles, lo que empeora el tránsito en aquellas adonde se han desviado las líneas que circulaban por esas calles, se han estrechado las mismas lo que implica menor capacidad de traslado de vehículos y todo termina en caos. Las restricciones impuestas a los vehículos que transportan los bienes que comercializan los negocios son tan draconianas que de hecho son ignoradas masivamente. Soy un ferviente partidario del transporte público, que es más eficiente desde cualquier punto de vista que el particular. El hecho de que el público prefiera el vehículo propio es síntoma de lo obvio: el transporte urbano es pésimo. Los abuelos deben caminar por calles atestadas porque a los genios de la Municipalidad se les ha escapado que los carriles exclusivos implican que una persona mayor, con las dificultades propias de su edad, debe caminar más de lo que sería recomendable. Lo mismo puede decirse de los discapacitados. Y eso asumiendo que los colectivos respeten los recorridos y realicen las paradas que de acuerdo a las normativas deben hacer, como parar en una esquina que no tiene parada designada para que descienda un discapacitado, cosa que no ocurre. La Municipalidad y los concejales preconizan desalentar el tránsito de vehículos particulares. Bien podrían mejorar antes o al menos al mismo tiempo el transporte público, de modo que haga que el propietario de un vehículo considere preferible dejar el auto en su casa y optar por viajar en colectivo.
Este sábado se recuerda el Día Mundial de la Salud. Este acontecimiento me lleva a reflexionar sobre dos cosas muy importantes y preocupantes para la población argentina: la automedicación y el alto costo de los remedios. La automedicación es un bumerán que afecta la salud de los enfermos, su presupuesto, y el de los gobiernos provinciales y nacional. Para quienes no sepan qué es un bumerán, una definición dice: "es un arma que tras ser lanzada, si no impacta en el objetivo, regresa a su punto de origen debido a su perfil aerodinámico y forma de lanzamiento especiales". Esto me lleva a definir a la automedicación como un acto fallido, caro, y sujeto a la suerte de acertar el efecto deseado por el paciente con el uso indebido de una medicación cuyos efectos se desconocen para una indeterminada enfermedad. En síntesis, no es bueno ni conveniente automedicarse. Otro grave problema que se añade al referido, es el alto precio que tienen los remedios recetados por los médicos. Que, para colmo, tienen el mismo estigma del dinero robado, que nunca más aparece. Dicho estigma se manifiesta en el hecho de que un medicamento que aumenta de precio, jamás se vuelve a abaratar. Es más, su escalada parece no tener fin con el paso del tiempo. A raíz de esto, gran parte de la población recurre a la automedicación, cuyos resultados, en la mayoría de los casos, es el agravamiento de la salud del enfermo. Y así, terminamos siendo presas de un círculo vicioso, obviamente indeseable, no conocido o indiferente para la Organización Mundial de la Salud (OMS), los gobernantes y los laboratorios que los producen.
Daniel E. Chavez
Poder Ejecutivo Nacional
Ambos integrantes del Poder Ejecutivo Nacional, presidente y vicepresidente, se declararon a favor de la vida. ¡Qué bueno! Imaginen por un segundo el drama que significaría para la Argentina si así no lo fuera. Entonces, tranquilizada por tan genial afirmación, me pregunto: ¿Qué entienden por estar a favor de la vida? Porque el delito destruye vidas a diario, muchos niños mueren por desnutrición, los jubilados que cobran 7.200 pesos no resisten las carencias, los femicidios suman pérdidas, la sociedad no cuenta con una educación sexual verdadera para aprender a evitar el embarazo no deseado, por lo cual los abortos clandestinos continúan como siempre, muchísimos jóvenes que no trabajan ni estudian, circulan por las calles alcoholizados o drogados. Los niños piden limosnas en las esquinas, muchos integrantes de la clase media para sobrevivir con un poco de dignidad hacen esfuerzos que los llevan a contraer enfermedades nerviosas o cardiovasculares. En fin, me parece que deberían ser más cuidadosos con las frases premoldeadas, el pueblo sólo cuenta con pequeños espacios para poder contestarles. De todos modos, no es lo que dicen sino lo que hacen, políticamente hablando, lo más importante de sus existencias. Digan lo que digan, cuándo y cómo lo digan, si logran demostrar que verdaderamente están luchando para terminar con las muertes evitables, se me ocurre que ni siquiera necesitarían hacer campañas para una reelección. Es indudable que lo que al pueblo más le interesa es poner fin a esa barbarie. Y entonces sí les creeríamos cuando se manifiestan a favor de la vida.
Edith Michelotti
Agradecimiento a un centro médico
Siento la necesidad de agradecer a una empresa de salud por los servicios que brinda en la ciudad de Rosario, en sus distintos ámbitos de atención. Hace muchos años que ofrece excelentes prestaciones con una alta capacitación tecnológico-científica para la realización de estudios de alta y media complejidad, laboratorios de análisis y todas las especialidades médicas. Cabe destacar que a partir de abril de 2017 inauguró un centro médico en Presidente Roca 2440, allí fui asistida tras una seria dolencia. Recibí la mejor atención médica, desde lo profesional, como también desde la calidez humana, tan necesaria en circunstancias dolorosas como es el padecimiento de una enfermedad. Tanto médicos como enfermeras, asistentes, personal de servicios y administración, y todo lo que hace a la asistencia del paciente y su familia, merecen mi mayor reconocimiento por el trato recibido. Se suma a esto un espacio habitacional que ofrece luz, comodidad y confort en todos los ambientes bien delimitados para la atención, internación y rehabilitación. Mi más sincero agradecimiento.
DNI 10.937.516