Es mi último año de escuela secundaria me voy a Bariloche, si Dios quiere. Me divertiré muchísimo con mis amigas y compañeras de clases y además ya contratamos el salón para la graduación. Si hasta sueño con el vestido que voy a usar. Mi familia es muy unida, todo es perfecto. Pero no se puede vivir solamente en esta burbuja; afuera hay otro mundo, que me pone muy triste y me decepciona. La presidenta ha aumentado las retenciones al campo, lo que hizo enojar a los grandes, medianos y pequeños productores. Empezaron los paros, cortes de rutas y el país se congeló. No llegan mercaderías, alimentos, nafta, ni nada. Habiendo tantos chicos sin comer en nuestro país, se desperdiciaron litros y litros de leche; todo aumenta, hay colas de autos para poder conseguir nafta, etcétera. Todo es un caos. Me duele mucho llegar a la concusión de que vivimos en el país del egoísmo. Mi papá, como cualquier otro ciudadano, también tiene que pagar impuestos. Pero como una vez él me dijo: "¿Qué puedo hacer yo si las cosas son así y uno las tiene que cumplir?" Y los del campo por querer manifestarse perjudican a toda una Argentina pensando nada más en sus bolsillos. Y la presidenta, con su soberbia, siendo la que tendría que dar el primer paso y llegar a un acuerdo para que esto no pase, contrata a personas sin escrúpulos y patoteros como voceros, dando discursos sin sentido y llenos de mentiras. No me puedo olvidar de las personas que se ponen de un lado o del otro, cuando tendríamos que estar todos unidos para que Argentina, mi Argentina, salga adelante. ¿Pero qué puedo hacer yo con 17 años cuando las personas adultas que tendrían que dar el ejemplo se comportan de esta manera? Me gustaría que esto que hoy me toca vivir ya haya pasado y sea sólo un mal sueño; pero lamentablemente no es así, estoy viviendo en un presente oscuro, incierto, lleno de egoísmo, ambiciones y lucha de poderes, donde todos nosotros, los de la clase media, los estudiantes y trabajadores, los que verdaderamente sostienen este rico país, somos las primeras víctimas y rehenes de una falsa democracia. Me angustia mi futuro, el de mis hermanos, el de mis futuros hijos. ¿Traeré hijos a este mundo?