Es más cómodo, es más “apto” para los tiempos que corren aquel viejo “no te metas” que nos trae más de un recuerdo poco grato. Pero sucede que ese “no te metas” es un tácito permiso para dejar que los demás lo hagan en donde no deben. Los “derechos” y las “libertades” son los más frágiles recursos con los que cuenta una sociedad para “cuidar” a su gente y por ello son los primeros en ser atentados para debilitarla y volverla presa fácil de quienes precisan unificar voluntades a su mando y conveniencia. Es por eso que la libertad de pensar, expresar, informarse, comunicarse, y acceder a alguna verdad debe ser defendidas por todos. Para que las escenas de Cuba, Venezuela, China no se repliquen por casa, para recuperar el respeto que merece cada argentino y poder forjar, aunque nos lleve mucho tiempo, un país democrático, tolerante y algo más justo.